domingo, 6 de diciembre de 2009

Recordando a Serrat


Mi vida no es sencilla. Ni la tuya. Ni la suya. Ninguna vida es sencilla. Pero no por eso la opción es abandonarnos a nuestra suerte y dejar las cosas malas como están.
Los seres humanos somos hacedores de sueños: tenemos la capacidad de convertir lo que deseamos en realidad, sea bueno o malo. Tenemos la capacidad de motivar, cultivar, instruir, educar… ¿por qué nos vamos a detener en el enésimo obstáculo?
Es cierto, algunas veces el camino es particularmente espinoso… y nos caemos… salimos heridos y es el sol el que termina por hacernos costra en las heridas. Pero todo sana y uno continua el camino. ¿A dónde vamos? Algunas personas lo tienen más claro que otras. Pero lo importante es no apartarse del camino.
¿Por qué? Porque a nadie le dieron un mapa! Nadie sabe cuándo ni cuál es el final. Eso significa que en la medida que abandonamos el camino nos abandonamos a nosotros mismos, porque nada de lo que hacemos tiene fin. ¿Si el camino en sí mismo es un fin? Puede ser… Puede no serlo… pero es mejor mantenerse como el famoso logo del escocés: “keep walking”.
Pareciera que yo digo esto desde una cama de rosas sobre una nube, pero muchos saben que no es asi. He tenido mis altos y mis bajos, hasta mis bajísimos! Pero sigo caminando, me caigo y me levanto. Lo único que puedo conseguir quedándome el el piso es que los de atrás me pisen. Y siempre es mejor morir de pie que vivir de rodillas.
Asi que no se detengan. Sea lo que sea que hagan, o a lo que se estén enfrentando, siempre hay la posibilidad de encontrar un paraíso, o al menos un oasis
.
Como dice Joan Manuel Serrat: Caminante no hay camino, se hace camino al andar

y tu eres el número:

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