lunes, 28 de marzo de 2011

Madurar

El problema de hacer lo correcto, es que no siempre el resultado es inmediato. Eventualmente tendrás que pasar por varios episodios duros para percatarte que sí, ese era el camino que había que tomar.

Siempre he dicho que crecer duele, y madurar es como dejar la piel, al igual que las serpientes. ¡Dios, eso tiene que doler! Tanto, como duele madurar.

Madurar es aceptar el peso de las decisiones que se toman, con sus adversarios y sus seguidores. Es reconocer el análisis de todos los escenarios posibles y decantarse por el mejor, o el menos perjudicial, o el que impacte menos el todo.

Madurar es poder vivir aceptando incluso los errores, porque al final del día no hay decisiones buenas ni malas, solo hay decisiones. No hacer nada, por miedo a equivocarse, es anquilosarse.

Madurar es seguir viviendo, a pesar de las heridas abiertas, de las cicatrices recientes, o de los recuerdos vanos.

domingo, 27 de marzo de 2011

Hasta que la muerte los separe…


Plop! Como solía decir Condorito! Eso es demasiado tiempo.

Ayer fui a una boda, y ruego a quién dijo esto antes que yo por no citarlo (porque no recuerdo su nombre), los matrimonios deberían ser contratos de tiempo definido, renovables. Sí, suena muy crudo, pero la vida lo es.

Cómo demonios se supone que una persona que se casa a las veinte años de edad sabe si quiere estar con otra por el resto de su vida? Y cuidarle los achaques, calarse los cachos (porque a esa edad, no se conoce ni la mitad de mundo y sus mañas), vivir en la zozobra del jugador ludópata… Son tantas cosas las que no sabes si vas a querer compartir por siempre…

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad… Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.”. COÑO. Así, en mayúsculas. La biblia tiene más páginas que las páginas amarillas, y esa es la ventiúnica lectura que escogen las novias? Por favor! Muchachas, creatividad en la cosa. La biblia, es un libro de lo más rico en ejemplos, parábolas, enseñanzas, para poner siempre en mismo pasaje.

Cumplido el rito de las lecturas, viene el sermón del padre. “Estos muchachos que después de N años decidieron entregarle su amor a Dios” MENTIRA! Más de la mitad de los matrimonios que llega al altar es por el guateque. Sad, but true. Tú no vuelves a ver a esas criaturas en misa, ni cuando se les muere el perro. Señores, nuevamente hay que sincerarse: si quieren casarse por fe, estupendo. Pero si lo que les interesa es la edad del escocés y la masa de los tequeños, con legalizar el concubinato basta.

Alguna vez le escuché decir a alguien que venimos en dupla y en dupla nos vamos. Es decir, que el número mágico de convivencia es el dos. Pero para convivir, y más si pretende que esa convivencia sea interminable, hace falta más que el amor. Convivir es un verbo activo, de trabajo y concordias. Si los hermanos que comparten la carga genética y que crecieron juntos se sacan los ojos, imagínense lo que es convivir con alguien que de plano, sólo lo une a ti el amor. Es un cerro de trabajo. Ojo, no digo que sea imposible, pero es un trabajo. Es soportar las cosas que no te gustan, decidir cuáles de esas cosas pueden ser soportables y no, y lo mismo del otro lado de la naranja.

Resumiendo; hay que pensar con la cabeza. La que tiene dendritas. Evalúe que es lo que lo une a su media naranja, y decida entonces si lo que usted quiere es un “para toda la vida” o simplemente un “por ahora”.

jueves, 24 de marzo de 2011

Tras de gorda, hinchada!


Esa expresión me la enseñó Barbie, una señora muy pintoresca que cuidó a papá por casi dos meses. La pobre salió salpicada tras el diagnóstico inicial, pero en realidad es mucho lo que le agradezco hoy día.
Después de la agonía, no sé que viene. O quizás nos estamos narcotizando todos con el sufrimiento. El caso es, que tras otro montón de días hospitalizado papá fue dado de alta… pero esta vez no volvió a casa. Su condición física y mental no permite que papá siga viviendo con nosotros. Es duro, pero es la elección más sana para todas las partes. Nuestro agotamiento físico y mental es notable.
Decidimos pues, llevarlo a un hogar de abuelitos. Un sitio donde haya calidad de vida y calidez humana. Después de pagar a brinco rabioso la facturita, tuve que esperar una hora para que me consiguieran una silla de ruedas. Increíble. De paso, le habían dejado una vía, así que también hubo que esperar que se la retiraran. Y estaba de alta desde la mañana.
Cuando finalmente nos montamos en el carro, la cola de la cota era para sentarse a llorar. Pero era full temprano. Sorpresa! Dos carros accidentados, a dos tiempos diferentes. Qué desconsideración! Jajaja
Llegamos al lugar. Mi papá, la Muñe, la señora de servicio y yo. Como era muy tarde, mi comadre que es un sol fue al automercado de la salud a alquilar y comprar lo que hacia falta. Otra sorpresa más: aunque alquila un particular, es necesario llevar una carta de la residencia que certifique la devolución de los equipos tras terminar su uso.
Llegaron pues mi comadre y mi sol de ahijado. Ya parecía nuestra casa. Nos dieron almuerzo y cena, hasta al bebé. Admito que tuve miedo que nos sacaran unos catres… Pero la verdad la persona que dirige ese hogar es increíblemente humana.
Cuando ya mi Puñi le había halado las orejas a la perrita mascota de la señora, y la Muñe estaba satisfecha tirando a cansada… LA sorpresa de la noche: el carro se quedó sin batería! Como decía mi suegra sentimental: “como los cojones del perro”. So, 8 de la noche, en la ciudad de la furia (saludos Manuela Zárate), con una anciana, un bebé y una doñita analfabeta, en el medio de una avenida principal! Y mi pobre carro pues jamás se porta mal, sabrá Dios que chiripiorca le dio. El caso es, que tuvo que llegar el papá de Puñi a rescatarnos (gracias, compadre). Apenas le pegó los cables de su carro al mio, prendió como si nada.
Entre el bebé, el incidente del carro y la comedera, al menos el trago amargo pasó como suavecito… Vamos a ver qué nos depara el camino. “Cosas veredes Sancho, que non crederes”.

lunes, 14 de marzo de 2011

Y volvió a pasar…


De nuevo, estamos en aquel horrendo primero de agosto… sólo que no es domingo, sino lunes. Nuevamente una ambulancia donde lo que más aturde no es la sirena, nuevamente el mismo galeno esperándome en la misma puerta, nuevamente ese olor espantoso a asepsia que hay en un hospital.

No sé qué pasó! No lo puedo comprender! Si no tiene el mismo origen, cómo volvimos a repetir la historia con tanta exactitud?

Mi papá llegó en coma profundo…el cual se determinó que tuvo un origen medicamentoso. Palabra rara esa. Medicamentoso. Suena a culposo y a doloso a la vez.

No sé si te hiciste esto, papá. Si estás agotado de esta vida que te tocó a última hora y que nadie te preguntó si querías vivir. No sé si te lo hizo alguien más, por accidente. El caso es, que otra vez estás lleno de tubos, de aparatos, de pitos inexplicables, de batas blancas y azules.

Sí, Ira, parece que la muerte está tocando a la puerta y no sé cómo abrírsela. Papá ha convulsionado, no ha vuelto en sí, tiene rastros de sangre por muchas partes del cuerpo… el sufrimiento es como una herida sobre una cicatriz… es espantoso. Nuevamente, papá está pegado a un respirador del cual no sabe si podrá despegarse. Pero mi mayor duda, como sé le ha pasado a mucha gente, es que pragmáticamente no me imagino el resto de la vida sin él. Aun cuando hace meses que no está, nuestro mundo gira en torno a él. Cómo será una mañana sin enfermeras, sin farmacias, sin médicos, sin pañales, sin medicinas…una mañana sin verlo decir esas cosas que sólo él entiende y de las que muchas veces nos reímos con él?

Muñeca es mi gran pasión. Con sus cosas buenas y malas. Pero mi papá era la cordura, la lógica, el sentido común… mi papá era la razón. Papá me enseñó a pensar, me enseñó a razonar, me enseñó a ser gente.

Hoy, siento que no soy tan fuerte, que no puedo con tanto… hoy siento que necesito un bastón de fortaleza que no encuentro…

Hace dos años te pedí que no me dejaras sola, papá. Pero no quiero retenerte más. Ve a donde te sientas libre y feliz, sea cual sea ese lugar. Te prometo que haré mi mejor esfuerzo por no defraudarte… nunca.

domingo, 13 de marzo de 2011

Una reflexión final


Aun recuerdo cuando hace exactamente un año, te dije que no viviría licántropamente. Y no mentí. Ni viví, ni vivo, ni viviré en la oscuridad que te caracteriza. No es mi naturaleza.

Imagínate! Ocultar a los cascanueces, inventar una enfermedad mortal, desconocer a todo tu entorno… eso NO es normal. Créeme. No hay ninguna razón de peso en el mundo para tanta y tan variada creatividad. Como dijo Nietzsche; “lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en adelante, ya no podré creer en ti”.

Yo no te creo. Hace meses que dejé de creerte. Por qué? Demasiado simple: porque nunca dices la verdad.

Nunca he comprendido por qué piensas que tienes alguna oportunidad. Sin chance, bro. Las relaciones de pareja se construyen sobre el respeto, la honestidad, la confianza… y tu y yo no tenemos ni una barajita de ese álbum.

Gracias a un gran guía, puedo decir que te perdoné. No porque haya olvidado todo lo que sucedió, sino porque es la única forma de vivir en paz conmigo misma. Yo concordé mis miserias, y me siento mejor en ese aspecto. Pero no puedo vivir contigo, ni crear nada en ningún tipo de sociedad. Sería la cosa más absurda del mundo. No te creo ni la hora.

Cada quien elige como vivir. Si tu elección es la mitomanía, bien por ti. Yo no estoy aquí para ser juez de nadie, pero sé que así yo no voy a vivir. Sé que eso no me haría feliz, ni en el corto ni en el largo plazo.

Más allá de encontrar tu propia misericordia, espero que al menos nadie más resulte lastimado gracias a tu infinita imaginación. Creo que puedes capitalizarla y sacarle un gran provecho laboralmente hablando. Y no estoy siendo sarcástica, en realidad lo creo.

Adios,

v./

Una casa sin mesa



Yo he visto bastantes decoraciones en mi vida. Unas estrambóticas, unas minimalistas, unas cónsonas, unas simplemente desagradables. Pero lo que jamás había visto era una casa sin mesas.
Mi sentido de la estética es bastante básico, pero pienso que una mesa es el eje de muchas cosas! Incluso más que la cama (aunque muchos podrían objetarme al respecto). La mesa es el centro de reunión por excelencia, sirve para conversar, pelear, transigir, coordinar, planificar, programar, perdonar, agradecer… son tantas cosas las que yo creo que pueden hacerse en una mesa.
Me quedé pensando: por qué, en un apto que hay computadoras portátiles, equipos de playa costosos, televisores de pantalla plana de cristal líquido, etc… no hay una mesa?
Espero que alguien tenga una respuesta satisfactoria a esto.

y tu eres el número:

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