sábado, 1 de noviembre de 2014

País de primera, ciudadanos de segunda

Muchas semanas sin escribir… pero no por falta de inspiración, mas bien por falta de tiempo! En este país se invierte mucho tiempo buscando harina de maíz precocida, champú, jabón de lavar la ropa... Y el comentario generalizado es: “esto se lo llevó quien lo trajo”, “el que pueda que se vaya”, “este país se volvió una mi…” y cosas por el estilo. Tristemente, usted si quiere y puede se puede ir a Kuala Lumpur, o a la República de Vanuatu, chévere;  pero el problema no es Venezuela, el problema somos los venezolanos.

Y esta crítica no la hago desde los Hamptons tomando Arnold Palmer*, estoy en mi casa en Caracas, viviendo las mismas calamidades de todos los que cohabitamos en la ciudad de los techos rojos.
Resulta que ayer estuve en un bingo de caridad, a beneficio de los niños en situación de riesgo, como se les llama a los niños casi o totalmente abandonados. Dicho bingo se realizaba en una famosa casa de festejos; dónde se han llevado a cabo muchas de las bodas más renombradas de la ciudad. Impactante sorpresa al llegar, alrededor de las cuatro de la tarde, que las personas, en su mayoría mujeres, estaban haciendo cola para entrar! Ojo, el bingo no era gratis, como dicen en los bancos: el costo de la entrada era de cuatro cifras bien bajas, pero cuatro.
¿y por qué están haciendo cola para entrar? Pregunté al chico de la puerta. “Señora, porque la gente se volvió loca” fue su respuesta. Y no estaba lejos de la realidad.
En este tipo de eventos el valor de la entrada cubre la bebida, la comida y un cartón para jugar bingo hasta que el cuerpo aguante. Es decir, todo el que estaba allí había comprado o compraría su entrada a fin de tener acceso al mencionado recinto. Fail #1.
Una vez adentro había una estación de perros calientes, un snack muy común en Venezuela. La cola era como para obtener la vacuna contra el ébola… y la gente sacaba de dos y tres perros calientes, no se si por gula o por el fastidio de volverse a inyectar. Perdón, de hacer nuevamente la cola. Fail #2
Comienza en bingo con sus diferentes formas de jugar y al llegar a la animación, el señor encargado dice “busquen bajo sus asientos, que hay tickets con premios” Esa sala colapsó. Cerca de mil mujeres enloquecidas buscando las famosas calcomanías que les darían algún cachivache de obsequio. Se acerca entonces una señora cuarentona, elegantemente vestida, rubia y de ojos azules y le dice a mi mamá: “señora, ya vio si tiene ticket su silla?” Cual seria mi sorpresa cuanto dicha señora le pide el ticket a mi mamá para irle a buscar el precio y “elegantemente” se lo robó!!!!!!!
La Muñe a sus 83 años por supuesto que le dio el ticket, pero lo más frustrante fue verle su cara de decepción al ver que se había ganado “algo” y que ese “algo” se lo había robado una “señora” dentro del mismo bingo. Fails #3 y #4.
Ya bastante avanzado el bingo y cerrado el capítulo del premio en la silla, se hace un revuelo en una esquina del local. El comentario generalizado era “qué pasa allí?” Sorpresa: había una mesa con una imitación de Pirulin, llena de productos detallados y por cajas. En el momento del revuelo, las personas encargadas de dicha mesa decidieron regalar los productos. Aquella escena fue dantesca: las personas corrían con las manos llenas de las benditas barquillitas, así como quien consiguió una mina de oro. Fail #5
Con los yogurt de cortesía al menos la gente no corrió, pero se podía apreciar en las mesas los doce y dieciséis potecitos de yogurt “para llevar”. Y pensé yo: “¿esto no es un bingo de caridad? ¿No venimos aquí a dar mas que a recibir?”
Yo estimo, sin ánimo de ser discriminadora, que el nivel socioeconómico promedio de los asistentes era medio, medio alto o alto. Es decir, los asistentes del bingo éramos personas con cierto nivel educativo también; lo que hace aun más degradante la situación. ¿es así como se da el ejemplo? ¿es así como se construye una mejor Venezuela?

Entiendan algo: aquel quién lleve el rancho en la cabeza, se llevará el rancho a donde sea  que vaya. Y la mejor Venezuela se construye desde la conducta individual, hacia el colectivo, y no de la manera contraria.


*Arnold Palmer: bebida hecha de mitad limonada, mitad te helado

miércoles, 18 de junio de 2014

Dolor

Había olvidado este tipo de sufrimiento...
No sé por qué, considerando que este problema es lo más común que hemos vivido todos estos años.
Me duele tanto, que aunque el corazón físicamente no duele, yo siento dolor, opresión.
Tengo más frustración que rabia, y un miedo infinito.
Tengo miedo a vivir sin ti. Tengo tanto miedo a perderte! Has estado allí siempre, has sido mi amiga, mi consejera, mi alcahueta, mi protectora, mi consciencia. Mi todo.
Cómo voy a vivir sin ti? A quién le voy a consultar esas cosas que no le digo a nadie más?
Tu me has querido más que nadie en el mundo, y sé que sabes que ese amor es recíproco. Si yo pudiera darte parte de mi salud y de mi vida por tenerte más tiempo conmigo, yo lo haría. Sin titubeos. Sin remordimientos.
No sé cómo mantener la fe ante este inesperado revés del destino. No sé cómo voy a vivir cuando ya no estés.
Quisiera aferrarme a la idea que una vez más lograrás salir de semejante bache, pero no quiero pecar de ingenua... Al final ambas sabemos que tengo mucho por hacer aquí.
Quiero que no sufras. Si ya llegamos aquí, ignorantes de tan maligno inquilino, sería posible continuar de la misma forma? Sería posible?
Probablemente, de todas mis anticipaciones esta es la más dañina. Y sé que no debemos morir en la víspera, pero sé que un pedazo grande del corazón se irá el día que te vayas tu.

Aunque mi mayor deseo es que estés bien y poder hacerte feliz el resto del camino, ojalá Dios tenga un poquito de piedad con esta cruz que  El me ha dado y que cada día parece pesar más.

domingo, 13 de abril de 2014

Hijo de Dios...

... o como terminé concluyendo, la infinita estupidez humana.
Justo acabo de ver esta película en el cine, con un lleno impresionante; especialmente sin consideramos que dentro del pueblo cristiano es la historia más contada, y que todos sabemos desde que nos sentamos en la butaca cuál será su desenlace.
No pienso redundar en el recuento ni la sinopsis, no es el tema que quiero comentar hoy. Quiero comentar dos cosas que llamaron poderosamente mi atención:
La primera y muy deprimente, es pensar en cómo los seres humanos arrastramos desde hace tanto tiempo la maldad y la ira irracional. Cómo eligieron matar a un hombre, por proclamarse el rey de los judíos, sobre un homicida? Un hombre que lejos de cualquier connotación religiosa lo que transmitió fue el mensaje de civismo mas sensato de todos los tiempos? "Ama al prójimo como a ti mismo". 
Más allá de la creencia o la religion; creo que pocos crímenes pueden superar el asesinato con alevosía. Podía ser entonces un demente o un blasfemo, un peligro para los ciudadanos mayor a un asesino? Puede nuestra tonta adoración sin criterio llevarnos a condenar inocentes, o a realizar actos crueles sólo por seguir "la ley"?
Ver como los romanos torturan a un hombre desarmado y condenado, causa el más crudo dolor aunque lo hayas visto mil veces. Parece que los seres humanos tenemos una increíble capacidad de deshumanizarnos ante una situación de poder sobre los indefensos.
La segunda cosa que me llamó la atención es el notorio parecido de la situación narrada con la situación actual venezolana. Un estado depredador, agresor, impune; versus un pueblo prácticamente indefenso... un pueblo que es invitado a apegarse a Dios como única salvación... fue inevitable pensar en la lucha desigual de los estudiantes y la comunidad civil frente al brazo armado del gobierno; dónde la vida de cientos de jóvenes vale menos que un perdigón, pero el gobierno repite incansablemente el caso de muerto por una guaya como el cuento del gallo pelón. 
Es acaso un mensaje o una estrategia? Porque si bien es cierto que para los creyentes nada es imposible para Dios, esos mismos creyentes recordarán aquella sabia frase "ayúdate, que yo te ayudaré".
En un país con una capacidad de autocrítica sumamente baja, cuál es el mensaje que realmente puede llegarle a la masa en la semana más religiosa del año? Que se sienten a orar a esperar que el Señor luche esta batalla por ellos, o que al mejor estilo de las cruzadas empuñen la bandera en una mano y el rosario en la otra?
Espero que mi conclusión sea errada y al final demostremos no ser tan estúpidos.

sábado, 12 de abril de 2014

Dallas Buyers Club... o la salvación al borde del abismo

Recién he visto esta película... y muchas ideas han pasado por mi cabeza. Tantas, que aun no estoy segura de como ordenarlas para poder expresar correctamente mis sentimientos y pensamientos al respecto.
De más parece estar, el hacer mención a las actuaciones de Jared Leto y Matthew McConnaughey, las cuales son sin lugar a duda, sobresalientes. El primero en su papel de trasvesti/gay y el segundo como vaquero homófobo; totalmente creíbles. Como cosa curiosa, Leto vestido de mujer presenta un gran parecido físico a la ex Miss Venezuela Cynthia Lander.
Sin embargo, lo que más llamó mi atención fue el tráfico de drogas ilegales con el fin de subsistir. El protagonista, en su afán de sobrevivir al VIH, decide conseguir medicinas que le prolonguen y mejoren su vida, más allá de los requerimientos y especificaciones de la administración de comidas y drogas americana (FDA por sus siglas en inglés).
Sumergido en un mundo de contrabando medicinal, logra lucrarse ayudando a otros, mientras se mete en problemas con el Tio Sam... y en ese punto, pensé: hasta dónde llega la verdadera responsabilidad social de un médico, y dónde comienza su trabajo deshumanizado? 
Actualmente en el país, por el problema económico que atravesamos y la complejidad para adquirir o repatriar divisas, a los laboratorios se les complica notoriamente la producción de algunos medicamentos. Muchos de ellos tienen unos precios ridículos, que no cubren ni el costo del empaque, por lo que no resulta rentable para las empresas farmacéuticas comercializarlos en el territorio nacional.
"Dr. X, no consigo la medicina tal", y el médico le responde con voz inalterable: "pues búsquelo, porque eso no tiene sustituto".
Cómo se supone que una persona consiga una medicina agotada? Y qué pasa cuando esa medicina es absolutamente necesaria para la vida del paciente? Hay profesionales de la salud que te dicen "por falta de eso se mueren los pacientes en el hospital..." y me pregunto yo; es acaso una cruel profilaxis social? Que se mueran los que no sean capaces de mover el cielo y la tierra por conseguir medicinas? En este momento hay medicinas realmente difíciles de conseguir, mas no imposibles. Es un trabajo arduo, casi de investigación y búsqueda... pero especialmente de intención. Tal como lo dice el refrán, el que busca, encuentra. Incluso en la poco amigable y muy hostil Venezuela en la cual vivimos en la actualidad.
Vuelvo a mi reflexión anterior y digo: será que es un club de compradores lo que le espera a los pacientes crónicos venezolanos para sobrevivir? 

jueves, 27 de febrero de 2014

Protesta sí, anarquía no!

Creo que todos saben que vivo en Venezuela. Creo que todos saben cuánto quiero esta tierra de gracia, venida a menos en la última década y media; malversada y malgastada por un cogollo resentido y despilfarrador de los recursos de la nación... pero aún con sobrados motivos, la crisis no nos puede llevar a la falta de sensatez y a la anarquía total.
Después de la detención de Leopoldo López, líder del partido político Voluntad Popular, esta oposición frágil quedó como acéfala; bajo la consigna: "ahora el líder eres tú". Vino entonces la convocatoria de marchas, concentraciones y barricadas, "tranca tu calle",  "que no haya carnaval", "el que se cansa pierde", etc; lo cual ha llevado a un total caos de movilización en el este de la ciudad, y a cosas muchísimo peores como saqueos y muertos en otras regiones del país.
Si bien el cierto que los grandes líderes de todo lo que se está haciendo actualmente son los jóvenes, estudiantes universitarios en su gran mayoría, no es menos cierto que el ímpetu y la prudencia que se tiene a los 18 años, no es la misma que se tiene cuando se tienen 36 o 54 años. La experiencia suele conferirnos sabiduría, en la mayoría de los casos.
Tiene que haber alguien que llame a la sindéresis, al juicio correcto de las acciones que se tomen. No podemos seguir siendo carne de cañón. No nos pueden seguir matando y agrediendo a mansalva, ante la mirada indolente de un gobierno autoritario e inconsciente. 
No podemos seguir permitiendo que sean nuestros jóvenes los que sigan llevándose el grueso de esta represión. Y no hablo de cambiar unas víctimas por otras, hablo de no exponernos más de lo necesario, no caer en provocaciones ni provocar, no rendirse pero no extralimitarse.
Las barricadas son un notorio ejemplo de la pérdida de coherencia. Trancar las calles. ¿Eso a quién perjudica realmente? ¿Creen ustedes que con eso se sensibiliza al colectivo y a la sociedad? Por el contrario, es darle la oportunidad al gobierno de etiquetarnos como locos desubicados, de su gastada palabrita fascistas, etc. 
No señores, la calle trancada no favorece a nadie. La confrontación directa con un militar armado menos, mas si tomas en cuenta que las armas de los jóvenes es una bandera, una gorra y su pensamiento libre.
Muchos han repudiado la actitud pacifista del ex candidato presidencial Henrique Capriles, por considerarlo incapaz de afrontar la situación actual que atraviesa el país. En mi muy personal y humilde opinión, en esta coyuntura es la actitud correcta. Convocar a la juventud sin un plan definido del qué, el cómo y el para qué, es básicamente lo mismo que convocarlos a una rebelión.
Venezuela nos necesita firmes, pero no con la rigidez de la muerte. Seamos inteligentes.
Protesta sí, barricada no.

lunes, 17 de febrero de 2014

Con sangre que corre por las venas

Hoy me tuve que sentar a escribir con la cabeza caliente, porque si dejo que se me enfríe no digo todo lo que pienso y esta vez no quiero ser comedida...
Mi mejor amiga de la infancia siempre me decía: "a ti te encanta buscarte enemigos de gratis" Y la verdad no eran enemigos, simplemente decía lo que pensaba. Con el tiempo fui aprendiendo a reprimir más de la mitad de lo que pienso, por aquello de no ser "inoportuna", de "no ganarme enemigos de gratis" y por ser "políticamente correcta".
Hoy, agarré ese bozal y lo quemé con kerosene. 
Estaba en una reunión donde alguien habló de la carta de amor de Laureano Márquez a Venezuela, y dijo un muchacho: "creo que no estamos para eso..."
¿Cómo que no estamos para eso? ¿ Y más o menos como para cuándo van a dejar ustedes el amor por su país? 
Les hablo de un grupo de potenciales emigrantes, todos jóvenes y agobiados por la crisis, la escasez y la inseguridad.
Es cierto, vivir en Venezuela es toda una aventura de riesgo hoy... pero este país no sólo nos vio nacer, aquí crecimos, nos educamos, aprendimos lo que es el calor humano y la amistad, hicimos "familia" con el vecino, con el que vende el pan, con el que reparte el periódico....
En este país mis padres hicieron su vida; mis abuelos, los biológicos, los adoptivos... en este país me hice GENTE. Es que acaso no es obvio todo lo que tengo que agradecerle? Es que todos los otros venezolanos que hemos sido levantados aquí no tienen algo que agradecerle a Venezuela?
Yo comprendo perfectamente las razones por las que la gente joven y más la educada se quiere ir y se va, pero es simple: todos no nos podemos ir. ¿Por qué? Más simple aún: porque uno no levanta una casa para dejar que se la quiten sin por lo menos dar la pelea; nuestros ancestros no sudaron construyéndonos un futuro para que nosotros lo lancemos a la basura porque es más fácil abandonar que defender. La gran mayoría de los venezolanos que lograron hacer un patrimonio lo hicieron desde cero, a punta de trabajo; así que no puedo comprar la excusa de "aquí no se puede". 
Una parte del grupo se molestó y se fue... es doble trabajo. Igual nos tenemos que seguir viendo, e igual seguimos viviendo TODOS en la misma casa.
Por mi parte, mientras se pueda, seguiré defendiendo MI CASA: VENEZUELA.


domingo, 9 de febrero de 2014

El gordo, el pelo y la mayonesa

Esta historia es 100% real...

Hace como 6 meses mi amigo Emir me invitó al cine. Emir es de esos amigos de toda la vida que parecen familia, porque jamás hubo cruel intentions en ningún sentido. Desde que lo conozco se quiere casar, tener hijos, es su momento de enseriarse, etc. Pero con la mujer "que le haga clic".
Ese día del cine, previendo una cola como la de comprar harina pan, llegamos muy temprano al cine, así que fuimos a visitar a un amigo suyo que tiene una tienda en el centro comercial donde nos encontrábamos.
- El gordo Pepe! - vociferó Emir.
- Mi alto pana Emir - dijo con una amplia sonrisa en el rostro Pepe.
Pepe es un hombre contemporáneo con Emir, de unos treinta y tantos años. Soltero, moreno claro, pasadito de peso, de conversa ligera y de esos que dicen por ahi "ni bello que encanta ni feo que espanta".
Comienzan los dos amigos a hablar mientras yo mato mi tiempo viendo la mercancía. Ambos se conocieron en un gimnasio al que también asistía una mujer muy hermosa y joven, hija de alguien conocido en el sector donde los tres viven. Según Pepe, hasta su novia se "buceaba" a la muchacha de lo hermosa que era.
- Yo te digo algo: bella y todo, pero uno tiene que estar pilas. Que tal que sea una cerda comiendo???
Ante mi cara impávida de asombro, Pepe aclaró:
- si chama, es que imagínate; yo pidiendo y que una ensaladita, y ella comiendo hamburguesa con papas fritas, y echándole mayonesa como loca! Qué va, con esa chama no se puede salir más. En 5 años se muere con el corazón taponado en grasa.
- es así Pepe! Yo pienso lo mismo, respondió Emir. La mujer tiene que cuidarse de lo que come, bebe, dice, hace... es como esa barbaridad que inventaron que no se pueden lavar el pelo todos los días. Qué asco! Yo salía con una que usaba extensiones y según ella se le dañaba el pelo, cuando parecía una bolsa de pastelito en la noche del día que se lo lavaba.
- hermano, yo se los huelo... 
Casi me desmayo ante semejante afirmación.
- si, yo a mi novia le huelo el pelo a ver si es verdad que se lo lava lo suficiente, porque no me provoca ni tocarla si le huele a grasa el pelo. Es más, ni te diste cuenta y ya te lo olí a ti.
Emir, ya va a empezar la película, fue lo único que alcancé a decir. Y ligeramente nos fuimos de la tienda.
No se si Pepe es ya un hombre felizmente casado, pero como pueden imaginar, Emir sigue soltero y buscando... u oliendo cabezas...
Cosas veredes Sancho, que non crederes.

domingo, 26 de enero de 2014

Papita, maní, tostón

Esta es la primera vez en años que lloro de la risa en una película, más aún siendo venezolana.
Usualmente las películas venezolanas giran en torno a nuestras miserias; el barrio, el hampa, la inseguridad, la droga, la prostitución… en cambio, esta película esta basada en una de las pasiones más arraigadas que tiene el venezolano: el béisbol.
Es un híbrido de la película “Fever Pitch”, y la novela Romeo y Julieta: un amor entre caraquistas y magallaneros.
Uno de los encantos principales de la película es retratar al venezolano que siempre hemos sido: al venezolano amiguero, jodedor, que se ayuda en las buenas y en las malas, que las penas las mata con un roncito y que cuando juega dominó no lo para de la silla ni un terremoto.
El parecido del protagonista con el actor Ricardo Álamo es notorio; tanto físicamente como en los gestos. Bien si es innato o es aprendido, esa característica puede abrirle muchas puertas en el mundo de la televisión, considerando además su juventud.
A la protagonista la hemos oído ya en el monstruo de la mañana, y la hemos visto en la telenovela “De todas maneras Rosa”. Creo que es un talento en franco crecimiento.
El choro metiche, el perrero sentimental, el hermano manganzón, el abuelo fanático… yo creo que todos son personajes reales. En cada familia venezolana hemos visto a alguien así, bien en el núcleo o cuando salimos a la calle. El venezolano es eso, es el tipo que siempre está viendo que inventa para rebuscarse o en su defecto, se adapta a la situación que le toque… batea lo que le lancen.
Sin embargo, hay una escena pre desenlace que me hizo pensar en nuestra más reciente rivalidad venezolana: el chavismo versus la oposición. Es ante un evento de gran magnitud, que ambos bandos dejan de lado sus diferencias en el campo y hacen las paces. Es eso lo que queremos los venezolanos? Un evento de tal magnitud, que sea lo única forma de hacernos olvidar que más allá de ser chavistas u opositores somos VENEZOLANOS?
Han pasado demasiados años desde que el César y Napoleón usaran como estrategia política “Divide et impera”. Ya basta.
Venezolanos somos todos. Magallaneros, caraquistas, guairistas, chavistas y opositores. Cuando hacemos cola en el supermercado, nadie nos pregunta a cual bando pertenecemos para asignarnos la cantidad de productos que podemos comprar. Tampoco nos hacen esa pregunta cuando nos roban o cuando nos secuestran.
Ya es hora que dejemos atrás la división, y que volvamos a ser no sólo el pueblo unido que siempre fuimos, sino el bravo pueblo que necesitamos para salir del hoyo en el que nos encontramos.
Siempre después del momento más oscuro, llega el amanecer.

Es hora de despertar venezolanos, pero como uno solo.

Chapeau para Papita, Maní, Tostón.

Nadando con tiburones

Recuerdo esto como si fue ayer... y sigo inmensamente agradecida con la vida por ello.
Hace casi dos años que nos dijeron "me voy a Ecuador". Más o menos con que se come eso? Mi comadre y yo caímos estupefactas con esa noticia.
"Si, si, me voy" Nos recalcaron. Y como hacemos siempre, pues te damos alas para volar y razones para volver... eso hacen las amigas. No escribo buenas porque es redundar.
C se fue para Ecuador, con un plan que por diferentes motivos no resultó muy exitoso. Estaba realmente agobiada y mi comadre y yo, preocupadas.
"Tranquila que yo te voy a visitar", pensé ingenuamente yo, que la iba a ayudar a salir de la situación que atravesaba, al menos con apoyo moral. Jamás me imaginé que sería yo la rescatada en ese viaje.
- Me voy para Ecuador a visitar a C- fue lo único que dije en mi casa. Obviamente, hubo reacciones al respecto, pues era la primera vez desde que mi papá enfermó que se quedarían solos. Pero para todo hay una primera vez.
No recuerdo ya a quién contraté ni quién hizo qué, pero me fui. Al principio fue un clásico viaje de turismo: los sitios típicos, las comidas, etc... pero ya habíamos acordado ir hasta Galápagos. Total, si ya había llegado tan lejos, era un empujoncito más.
Debo decirles que ir a Galápagos puede ser toda una experiencia... sólo con la travesía! Dos horas en avión desde Guayaquil, mas 15 minutos en bus para subirnos a una especie de chalana, 45 minutos mas en taxi hasta llegar al puerto, 2 horas mas en lancha rápida, otro taxi bote y un taxi... como 9 horas de viaje con dos maletones y sin valet... Una gozadera: era como ver a Tanya y Rosie de Mamma Mia haciendo turismo!
Llegamos a la posada en Isabela y nos dice el guía: para el paseo al volcán podemos hacerlo a caballo o a pie, a pie son como 3 horas... "A caballo!!!!" C me preguntó: y tu has montado a caballo antes? -no, pero ya estamos aquí-.  
Como todas las cosas que me pasan a mi, no podía ser un pony, o un burro... tenía que tocarme la Potra Zaina. El mocho caballo se mandaba sólo, y se metía por todos los lugares inapropiados e incómodos, llenos de matas y ramas. De paso, al regresarnos se consiguió con otros caballos y como que eso les causa celo, o emoción, porque salió desbocado y yo encima de él.
Al día siguiente nos tocaba la expedición de las tortugas y los tiburones. No era como en México que hay una red, los tiburones están en una especie de gruta donde tu ls pasas por encima a no mas de unos 2 metros de distancia, y cuando la gruta se acaba el guia dice "vuelta en u"
El agua era helada. A pesar de los trajes de neopreno el frío era espantoso! Eso sin contar que tampoco había hecho snorkeling en mi vida. C le decía a mi comadre: "no la reconozco". Después nadamos con pingüinos y tortugas... muy lindo.
Honestamente, si yo me hubiese podido ver desde afuera tampoco me hubiese reconocido. Así no solía ser yo. Pero ese paseo cambió mi vida.
Tan cerca de esos animales salvajes, tan lejos de mi casa, tan incapaz de controlar algo (mucho menos todo)... entendí que las personas somos necesarias, mas no imprescindibles, que aun la vida de mis padres continuaría sin mi; por lo que no tenía ningún sentido seguir manteniendo el pie en el freno mientras la vida seguía transcurriendo por el canal rápido, que mis problemas legales, o económicos o amorosos no podían ser los líderes de mi existencia. Entendí que la única persona que puede decidir como vivir mi vida, soy yo misma.
A partir de ese viaje, mi forma de percibir mis deberes y mis responsabilidades cambió. Dejé de preocuparme y comencé a ocuparme, dejé de sentir remordimiento por querer ser feliz y buscar esa felicidad con tesón, dejé de permitir que la vida de otros gobernara u obstaculizara mi vida...
Han pasado ya casi dos años de esa experiencia. Y debo dar gracias a la vida porque desde ese momento, a pesar de los días grises, lo que ha prevalecido en mi vida son bendiciones.
Y no pienso que Dios me tenga en un sitio distinto del que tiene a sus otros hijos, creo que sencillamente me di la oportunidad de ver la vida a través del cristal del optimismo y de la alegría en lugar de verla a través del cristal de la preocupación y la angustia.



Gracias por ese nado con tiburones, C. Me rescataste de mi propia vida!




martes, 21 de enero de 2014

Stalking

Basta del acecho. BASTA
Han pasado suficientes años para que me olvides, o al menos para que dejes de acecharme por cuanta red social pública me consigues. Ahora lo que te falta, acercarte de nuevo como si yo no conociera bien esas iniciales...
Mijo, ocúpate. Y déjame en paz de una vez por todas.
Te estás exarcerbando en lo fastidioso.

Go Away
S'en aller
Largate!
Dul amach
Vattene


Me expliqué? Se entendió?

La tía Tula

Y no me refiero al personaje de Miguel de Unamuno... me refiero a una persona muy especial que la vida me permitió conocer hace ya unas cuantas décadas. 
La tía Tula es una mujer dulce, cariñosa, amable, atenta, servicial... quizás demasiado servicial. Nacida en el seno de una familia humilde; alguien, a quien yo no conozco, decidió entregarla a una familia "acomodada" de su mismo pueblo. Así, sin mayor protocolo, como quién entrega un animalito para domesticar.
Tula tendría unos 8 años cuando llegó a la casa de esta pareja sin hijos, quienes vivian con dos sobrinos algo mayores que ella. Estos sobrinos bautizaron a Tula.
La vida de Tula transcurrió ayudando en las labores domésticas; lavar, planchar, regar las matas, matar las gallinas para el sancocho, cuidar de los otros animales... pero sin un mayor interés por su vida como individuo. Al parecer Tula no demostró mayor interés por las cosas académicas, y sus tutores tampoco pensaron demasiado en el futuro de esta niñita que con tanta eficiencia les atendía diariamente.
El tiempo pasó, y su padrino se fue a la capital, a estudiar para ser doctor. Quedó nuestra tía Tula con sus tutores ¿oficiales? y con su madrina.
Si bien la pareja era bastante considerada, la madrina de Tula era una mujer de recio carácter, oculto detrás de una sumisión algo fingida. Su madrina era de esas personas que sólo se sentaba a la mesa después de papá, que podía doblegar su opinión o deseo por una orden "de jerarquía", y de paso, soltera. O solterona.
La muerte intempestiva del novio de la madrina la dejó sumida en su dolor. Nunca más tuvo una pareja, de ningún tipo... y peor aun, tampoco colaboraba en que la tía Tula tuviese un novio. 
El tiempo pasó, inexorablemente. Papá y mamá murieron, de viejitos. Y fue entonces, cuando Tula conoció lo que era el yugo.
Su madrina ya no le permitió viajar, ni salir con nadie; ni siquiera de su familia, porque "no podía dejarla sola". Ingrimas las dos en aquel caserón colonial, los días de Tula transcurren entre rezar el rosario el ánima de pica pica, echarle comida a los pollos y ponerle comida al gato... Pero siempre adentro! Ya mamá tiene casi cinco años de muerta, y es el mismo tiempo que Tula lleva en su discreta cárcel.
Cómo se supone que papá y mamá, realmente mejoraron la vida de Tula? Es que acaso servir y no tener ningún tipo de autonomía es mejor vida que la vida humilde que pudo tener con su familia biológica? Porque la verdad es que si bien su familia no vive en medio de grandes comodidades pues tienen que comer, y las hermanas contemporáneas con Tula son abuelas de muchos.
El candor de Tula le permite aun sonreír. Echar broma. Quizás hasta soñar. Y es esa misma ingenuidad, lo que al parecer la protege del sufrimiento real de ser una presa sin condena dictada.
La vida algunas veces puede ser tan cruel y vejadora...

y tu eres el número:

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