miércoles, 13 de mayo de 2020

Soy mamá Unica!!!!

Estoy a una semana de cumplir 43 años.
Tengo dos matrimonios encima, un divorcio, un exilio, tres países de residencia, dos negocios fallidos y lo más importante: UNA SOLA HIJA.

Yo fui una hija única. Sí, en unas circunstancias más controladas, pero fui una hija única. Mis padres me adoptaron en sus cuarentas, por lo que más de un hijo no era una cosa que sonara lógica en su realidad, más allá de los medios económicos.

Mi casa era como una estación de metro: siempre estaba llena de gente. Habían turistas de temporada, habían visitantes habituales, habían primos, tíos, abuelos, vecinos! En fin, había poco chance de aburrirse...

Pero no es el caso de mi hija. Aunque mi hija nació en mi país, tuvimos que emigrar cuando ella tenía 10 meses de edad. Ni hablaba ni caminaba. Todo eso lo ha aprendido en este país. El problema, como diría Ricardo Arjona, es que la dinámica de la sociedad local no da para la casa llena de gente (ni antes ni durante el COVID-19), y familia como tal no tenemos en esta ciudad... por lo cual ha surgido reiteradamente la sugerencia no solicitada de muchos: TIENES QUE DARLE UN@ HERMAN@!

Bueno, les tengo una mala noticia: no tengo que darle un@ herman@ a mi hija. Por qué? Pues tengo varias razones:

.- tengo 43 años y ella va a cumplir 5. Ese bebé no tendrá edad apropiada para jugar con ella, ni yo tendré energía para lidiar con él.
.- los hijos necesitan atención: no es una mascota, un hijo necesita formación, amor, educación, tiempo... y aquí se trabaja como por tres personas. Escasamente rinde el tiempo para una niña, dos es bastante apretado en términos de realización personal.
.- los hijos requieren dinero: pues si, por materialista que suene, todo lo que involucra el desarrollo del niño requiere dinero; actividades extra curriculares, ropa, accesorios, entretenimiento, educación superior... o le vamos a dejar de legado el préstamo estudiantil?
.- la familia puede elegirse, se llaman AMIGOS. Sin miedo a equivocarme, tengo al menos 10 personas en mi vida que son más cercanas que un pariente, y son mis amigos nada más. Los quiero, los respeto y nos apoyamos mutuamente, con el maravilloso vínculo de la amistad. Y lo decidimos nosotros. No hubo sangre de intermediario.
.- cada persona es libre de elegir como quiere vivir. En este punto quiero aclarar que respeto profundamente a aquellas personas que deciden tener 3, 4, 5 hijos. Es una elección de vida.  Yo elijo tener sólo una hija.


Más temprano que tarde mi hija crecerá. Tendrá sus amigos, su pareja, su trabajo, su vida propia. Y mucho de lo que sea esa vida dependerá de la crianza y de las opciones que yo como madre le pueda ofrecer a ella. Así que pongo mi alma en paz sabiendo que fui una hija amada, que soy una persona querida por quienes me rodean, y que mi labor es hacer de mi hija una persona de bien, que sea capaz de construir sus propios vínculos afectivos más allá de la consanguinidad.


Soy una orgullosa mamá de un hijo único.

y tu eres el número:

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