miércoles, 26 de enero de 2022

Adóptame!


 Hoy estaba viendo un post en una cuenta de instragram acerca de un niño que; por cumplir la "mayoría" de edad del centro donde estaba, debió ser transferido a otra institución.

Es demasiado doloroso ver, todas las familias que no pueden procrear y que desean adoptar un niño, versus toda la burocracia que existe en Venezuela a la hora de adoptar un niño.

Yo misma hace alrededor de 10 años trate de adoptar un niño, y recuerdo algunos de los requisitos que por escrito me dieron, antes de comenzar cualquier trámite:

1) Su casa debe contar con una habitación exclusiva para el menor. En serio? Acaso el pobre no duerme como con cinco niños mas? No es adecuado adaptarle un espacio que sea propio; aunque físicamente, en las primeras de cambio, no sea "un cuarto"?

2) Todas las personas de la familia deben querer al niño. Entiendo que esto pueda referirse a la familia de la casa; porque cuando ampliamos ese círculo siempre existe la posibilidad de tener un pariente que no te quiera y no por eso ese niño será una persona infeliz o con una infancia malograda. Eso sin contar que el bullying familiar es casi un deporte en Venezuela.

3) No deben existir personas con problemas mentales dentro de la casa. Wow. Ese fue el golpe final para mi. La estocada. Para la epoca, mi padre vivia en nuestra casa, y como consecuencia de un ACV sufria de demencia vascular. El realmente no era una amenaza para nadie, habian dos personas que lo cuidaban a tiempo completo. Pero esa era una condicion, asi que al llegar a ese punto me levante y me fui.

Las personas adoptadas vivimos muy de cerca el miedo al rechazo, sea real o no; así que no puedo ni imaginar lo que siente un niño que debe dejar el único hogar que ha conocido desde chiquito y afrontar el hecho que ha alcanzado una edad donde debe mudarse a otro lugar, donde lo acompañaran niños en su misma condición: rechazados. O no adoptados, como lo quiera usted ver.

Ojalá, en la inmensidad de problemas que enfrenta Venezuela, en algún momento decidan trabajar en pro de la modernización de los procesos de adopción. Por el bien de todos los niños sin hogar que existen en el país.


viernes, 21 de enero de 2022

Your song saved my life....


Bueno, quizás no fue tu canción... mas bien creo que fue tu "ritmo"; esa forma de ver y llevar la vida lo que me ayudó a sostenerme en mis dos pies, en los momentos mas difíciles de mi vida. 

Contigo viví el duelo del cáncer, la dupleta de la partida de mis padres, la migración, el matrimonio y el divorcio... wow! Como hemos vivido cosas juntos.
Ahora, la situación es distinta: no es que yo no tenga problemas, es que los tuyos son quizás, más grandes, o más graves; y lo peor es que no te puedo ayudar. De ninguna forma. No existe nada de lo que tu necesitas que yo te lo pueda proveer. O tal vez, es que no necesitas nada y yo no me he dado cuenta. 
Gracias. Por los años de amistad, de terapia, de risas, de llantos, de alegrías. Gracias por enseñarme a desmenuzar las tormentas y a manejarlas en pequeños vasos de agua. Gracias por ser luz en la oscuridad, por ser fragancia, por ser esencia. Gracias por ser tu.
No puedo mentirte: te he extrañado mucho! Y sé que te extrañaré más. Mucho más. Pero el plan del alma es así, y no lo podemos cambiar.  Es tiempo de colgar los Converse, o los que sean tus zapatos favoritos ahora; y continuar el viaje. Lo que tenías que hacer aquí, está hecho. 
No te preocupes por el roble que nos dejas... lo cuidaremos (aunque él se sabe cuidar muy bien solo). Ocúpate solamente de no sentir más dolor. Para todo lo demás estamos todos los que te queremos y siempre te recordaremos con alegría, aunque ahora mismo no nos provoque mucho sonreír.
Buen viaje darling... salúdame a Muñeca (la reconocerás rapidito, no tengo duda de eso).

miércoles, 13 de mayo de 2020

Soy mamá Unica!!!!

Estoy a una semana de cumplir 43 años.
Tengo dos matrimonios encima, un divorcio, un exilio, tres países de residencia, dos negocios fallidos y lo más importante: UNA SOLA HIJA.

Yo fui una hija única. Sí, en unas circunstancias más controladas, pero fui una hija única. Mis padres me adoptaron en sus cuarentas, por lo que más de un hijo no era una cosa que sonara lógica en su realidad, más allá de los medios económicos.

Mi casa era como una estación de metro: siempre estaba llena de gente. Habían turistas de temporada, habían visitantes habituales, habían primos, tíos, abuelos, vecinos! En fin, había poco chance de aburrirse...

Pero no es el caso de mi hija. Aunque mi hija nació en mi país, tuvimos que emigrar cuando ella tenía 10 meses de edad. Ni hablaba ni caminaba. Todo eso lo ha aprendido en este país. El problema, como diría Ricardo Arjona, es que la dinámica de la sociedad local no da para la casa llena de gente (ni antes ni durante el COVID-19), y familia como tal no tenemos en esta ciudad... por lo cual ha surgido reiteradamente la sugerencia no solicitada de muchos: TIENES QUE DARLE UN@ HERMAN@!

Bueno, les tengo una mala noticia: no tengo que darle un@ herman@ a mi hija. Por qué? Pues tengo varias razones:

.- tengo 43 años y ella va a cumplir 5. Ese bebé no tendrá edad apropiada para jugar con ella, ni yo tendré energía para lidiar con él.
.- los hijos necesitan atención: no es una mascota, un hijo necesita formación, amor, educación, tiempo... y aquí se trabaja como por tres personas. Escasamente rinde el tiempo para una niña, dos es bastante apretado en términos de realización personal.
.- los hijos requieren dinero: pues si, por materialista que suene, todo lo que involucra el desarrollo del niño requiere dinero; actividades extra curriculares, ropa, accesorios, entretenimiento, educación superior... o le vamos a dejar de legado el préstamo estudiantil?
.- la familia puede elegirse, se llaman AMIGOS. Sin miedo a equivocarme, tengo al menos 10 personas en mi vida que son más cercanas que un pariente, y son mis amigos nada más. Los quiero, los respeto y nos apoyamos mutuamente, con el maravilloso vínculo de la amistad. Y lo decidimos nosotros. No hubo sangre de intermediario.
.- cada persona es libre de elegir como quiere vivir. En este punto quiero aclarar que respeto profundamente a aquellas personas que deciden tener 3, 4, 5 hijos. Es una elección de vida.  Yo elijo tener sólo una hija.


Más temprano que tarde mi hija crecerá. Tendrá sus amigos, su pareja, su trabajo, su vida propia. Y mucho de lo que sea esa vida dependerá de la crianza y de las opciones que yo como madre le pueda ofrecer a ella. Así que pongo mi alma en paz sabiendo que fui una hija amada, que soy una persona querida por quienes me rodean, y que mi labor es hacer de mi hija una persona de bien, que sea capaz de construir sus propios vínculos afectivos más allá de la consanguinidad.


Soy una orgullosa mamá de un hijo único.

lunes, 31 de julio de 2017

En el exilio

Wow.
Otra vez wow.
Demasiadas veces wow.
Tenía dos años y tres meses sin sentarme a escribir. No porque no quisiera, mas bien tengo tanto que contar!!!!
Tuve una hija, me fui de mi país, me casé... en ese orden jejeje.
Lo curioso es, que apenas entré y leí mi último post, lloré. Quizás ahora que soy una extranjera, adaptándome a la vida en Esclavos Unidos, comprendo mejor a mi papá y deseo más que nunca abrazar a mi mamá.
Mi motor, aunque suena a cliché, es mi preciosa hija. Dios me la envió un día de noviembre, para que con esa personalidad que la caracteriza JAMAS olvide a mi muñeca. Son idénticas. A cual más temperamental y más necia, jajajaja.
Tengo algo así como paz. No estoy segura si se llama así. La vida es buena y la verdad trato de asimilar lo que me tocó y nos está tocando vivir a muchos venezolanos. 
La vida de casada, casi merece otro blog completo! No tenía idea de lo complicado que puede ser compartir el techo y otras cosas con alguien! Pero no me quejo, es el esposo perfecto para mi. 
Toca de alguna forma volver a comenzar aquí, recuperar lectores y captar nuevos!
Tanto para escribir mientras bato un tetero o monto un arroz...
A new day has come.

lunes, 27 de abril de 2015

Despedida...


... wow. No estoy muy segura de cómo comenzaré esta carta... Quizás tengo un tiempo tratando de escribir esto pero el valor no me lo ha permitido, o los ojos llenos de lágrimas.
Y pasó. Así como en las estaciones del año;  pasa la vida, y después del otoño, llegó el crudo invierno de la vejez. 
Difícil discernir cuál de los dos fue peor: si el laberinto demente de mi querido Doctor A., o las enfermedades acumuladas junto a los cuidados requeridos por el Doctor de mi muñeca preciosa. Poco a poco, día a día, se iban deteriorando, complicando... Ya no podían respirar sin que una máquina les ayudara, ya no podían comer lo que se les antojara sin pagar las consecuencias de ello, ya no podían hacer una maleta e irse a donde el viento los quisiera llevar, ya no podían vivir su vida como estaban acostumbrados! Felices, paseando, disfrutando. Ahora estaban condenados a una cárcel de 140 metros cuadrados, dos hermosos pájaros que siempre fueron libres de volar juntos...
Y por eso un día, ya muy cansado de esa cárcel, el doctor A. regresó para darse cuenta que esa no era la vida que él quería vivir; y así, con esa discreción y ese sentido de la oportunidad que siempre lo caracterizó, se fue. 
Lo entendí, lo respeté y bendije su camino por recorrer... hice lo que correspondía... pero lo que jamás podía esperar es que no se iría sólo! Bien si se la llevó o si ella decidió acompañarle, mi muñeca se fue con su amado esposo, el doctor A., mi papá.
Qué dolor tan indescriptible fue despedir a mi reina desde mis brazos! A pesar de sus males, cómo podía imaginarme que ella emprendería viaje con él! Sé que se fue en paz, feliz de haber cumplido su misión; acompañarle hasta el final del camino. Pero qué duro ha sido para mi, que los cuidaba y los mimaba mas que como a unos padres, como a unos hijos.
Una parte de mi corazón se quedó para siempre con ellos. Una parte enorme de mi corazón, de hecho. Mi esperanza y mi consuelo es; que cuando el tiempo empiece a mitigar el dolor, pueda compensar ese vacío con  bonitos recuerdos. Que llegue el día que cuando los piense no me salga una lágrima, sino una sonrisa.
Gracias a mi querido Doctor A., por educarme, por enseñarme el valor del trabajo, de la honestidad, de valerme por mi misma, de las cosas bien hechas. Por enseñarme a buscar siempre la perfección (aunque la terapia no esté de acuerdo en este punto). Y a mi muñeca, quién me amó con las vísceras, me consintió hasta el día que se fue, quién me enseñó a ser misericordiosa, a pensar en el prójimo, a amar a Dios sobre todas las cosas y no cuestionar sus designios... por hacerme gente: GRACIAS TOTALES.
Con el alma espero que algún día, nos volvamos a ver.


  

y tu eres el número:

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