lunes, 13 de mayo de 2013

Conversaciones futiles

Lo bueno o lo malo del consumo no moderado de alcohol, es la conversación fútil. Cualquier evento social, casi llegando al final, suele cerrarse con un reducido grupo de personas hablando entusiastamente de algún tema que no trascenderá de ese día.
Recientemente me tocó presenciar un grupo de padres hablando de los peligros a los que se enfrentan sus hijos adolescentes. De lo que les permiten y no. De cómo fueron criados ellos y como esperan criar a sus retoños. 
Dentro del grupo en cuestión, también habíamos personas sin hijos, y personas que ya hace mucho tiempo que criaron a sus hijos... pero nosotros por encontrarnos fuera de la curva, oíamos como los monitos... sin abrir la boca.
"Es que yo no le puedo permitir a mi hijo que tenga sexo en la casa, porque se lo tendría que permitir a mi hija, y eso ya es libertinaje", "en mi casa las relaciones las tengo yo porque soy la que me casé", "yo tuve a mi hijo a los 19 años porque yo quise"... así podría llenar la página de oraciones exclamadas por las diversas madres presentes y los contrapuestos puntos de vista de los padres.
Lo cierto es, que de un grupo de seis mamás, tres fueron madres antes de cumplir los veinte años, cuatro no se graduaron de nada... haga usted sus matemáticas.
Yo no tengo hijos, pero mucho se enseña con el ejemplo: mis papás fueron personas poco represivas, y especialmente mi mamá era metichona, pero al final su metichería terminó convertiéndose en una amistad cómplice. No por apretar menos fui más desordenada. Así, eran los padres de mis amigos, en línea general... Y ese grupo, que viajaba, tomaba, paseaba y salía sin hora estimada de regreso se graduó completo, se casó cuando quiso y ha tenido hijos conforme a sus deseos y posibilidades físicas. 
No es ahorcar al muchacho; es sentarte a escuchar sin juzgar. Es prestar atención a las señales obvias, a los amigos que tiene, a ver dónde pasa el día y haciendo qué; sin violentar los derechos naturales del futuro adulto. Porque niño, adolescente o adulto, en todas sus etapas tiene derechos y deben ser respetados.
A nadie le dieron un librito de como ser buen padre, pero definitivamente se puede ser un buen padre con menos represión, más comprensión y sin tanto alarde de cómo serlo.

viernes, 3 de mayo de 2013

Bendiciones

Mi familia es bastante particular. Especialmente porque habemos varias personas adoptadas, cosa que no suele ser común en las familias venezolanas. Algunos de nosotros nos hemos mimetizados a tal nivel con nuestros padres adoptivos, que físicamente nos parecemos a ellos. 
El nuevo miembro de mi familia extendida, también fue adoptado. Una mamá extremadamente joven, quien no puede afrontar los gastos de un primer hijo, se vuelve una gallina comiendo ligas con un segundo. Así que adoptar es la mejor salida para todos los involucrados.
Siempre hay opiniones encontradas. Especialmente, cuando la madre adoptiva ya tiene hijos y una familia "completa". Sin embargo, ella hizo caso omiso al ruido externo, y se dedicó a escuchar el sonido que venía desde dentro de ella. Lo consultó con su esposo y se embarcaron en este hermoso emprendimiento de hacer de la vida de un ser humano, una vida que valga la pena vivirse.
Su nueva mamá, hasta tuvo la oportunidad de cortarle el cordón umbilical, es decir; ha estado a su lado cada día de sus cortos cuatro meses de vida... Viéndolo crecer, sonreir, amar.
El bebé es una bendición en superlativo. La primera vez que lo cargué, sentí un amor que no había sentido! Es tan dulce, tan indefenso; son aproximadamente 8 kilos de amor que te miran como diciendo: podrías tu dejarme solito? Definitivamente, no podría. En ese momento entendí que las bendiciones son únicas. Un bebé es una bendición bidireccional; es una bendición para el niño conseguirse con esta familia que lo adora, y es una bendición para esta familia tener la oportunidad de compartir con este pedacito de cielo.

Las personas que desean el bien del prójimo per se, son hoy en día bien escasas. Por lo tanto, el altruismo es algo tan singular, que no se debe luchar contra eso. 

miércoles, 1 de mayo de 2013

More than a feeling

Hay cosas que definitivamente, son muy difíciles de explicar, por no decir imposibles.
Hay sentimientos intensos que van más allá de la carne, del deseo, de la tentación... Es como si en un momento determinado de la vida, te reencontraras con alguien que; a pesar de ser la primera vez que lo ves, sientes que lo has visto toda la vida. Sientes que no necesitas decir o explicar nada, porque tácitamente esta persona puede comprenderte sin mayores cuestionamientos.
Es prácticamente anti religioso pensar que venimos de otras vidas... que hemos sido otras personas, en otros cuerpos pero con la misma alma. Sin embargo, es la única manera de someramente justificar como alguien completa tus ideas, comparte tus pensamientos, puede ponerse en tus zapatos; sin tener tanto tiempo físicamente cerca.
Es una sensación nueva, sin lugar a dudas. He amado y he querido, he odiado y he sentido simple repulsión. Pero no había sentido antes que alguien nuevo en mi vida fuese emocionalmente familiar, cercano, casi amado...
Aunque hayan tantos adjetivos que busquen explicar esto, la realidad es bien simple: sí existe, sí pasa... y me está pasando a mi. Sin palabras de relleno. 
Qué me causa esta emoción? Pues de entrada, incertidumbre. Es lo que que causan todas las emociones nuevas. Pero también me siento agradecida, porque es maravilloso que existan sentimientos positivamente superlativos  y que yo los haya conocido, al menos una vez en mi vida.
Creo que este es el tipo de cosas que te quita el aliento; y definitivamente valen la pena!

y tu eres el número:

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