martes, 30 de abril de 2013

Mi vida sin mi

Hace muchos años vi una película llamada "mi vida sin mi". Trataba de una muchacha con una enfermedad terminal que, previo a su ausencia, decide organizar la vida de sus seres queridos de forma tal que logren sobrellevar exitosamente su vida sin ella.
Algo parecido he vivido durante las últimas semanas.
Me tomé mi tiempo para arreglar muchas cosas, para que las cosas funcionaran en mi ausencia. Y ha salido muy bien. Tanto, que a veces pienso que realmente no le hago falta mas que a mis padres, pero también ha sido provechoso para ellos no vivir bajo mi continua supervisión.
Vivir es una palabra de demasiados matices. Pero lo más duro siempre es darse cuenta que en Venezuela se sobrevive, hace mucho tiempo se dejó de vivir.
La paranoia te acompaña cada vez en menor grado, pero siempre estás como alerta, siempre piensas que el que se te acerca viene con alguna intención no muy buena. Pero no es mas que paranoia, la gente sólo se te acerca a alabarte algo o darte los buenos días. 
Aquí nadie toca corneta. Es casi irrespetuoso. La gente siempre te sonríe, quizás más allá de estar contentos simplemente asumen que no hay por qué no ser amable con el prójimo.
Muchas cosas son iguales, como la burocracia gubernamental. Eso parece ser universal, nada público es eficiente per se. Pero puedes vivir con eso. Existe un doble discurso para la mayoría de las cosas, como la sexualidad, la preservación de ambiente, etc. Pero ningún lugar es perfecto.
Muy probablemente el mayor beneficio de este lado del continente es la paz mental en todos sus aspectos. No sientes la angustia de salir pensando que no vas a volver, no te vas quitando cosas en la cola por temor a que un motorizado te las pida, no vas coloreando el mapa respecto a donde no deberías estar, donde no deberías ir ni aun en el armagedon, etc. Vives, no sobrevives.
Es menos cómodo, en cierta forma. Aquí el dinero no alcanza para que una muchacha me ayude 24 horas al día en mi casa. Tampoco para tener un mensajero que haga todo por ti. Pero en alguna medida puedes hacer muchas cosas por ti mismo con menor esfuerzo, así que el tema de la comodidad es relativo.
Si no trabajas, no comes. Eso es una regla de oro. Pero no es malo como tal. Sencillamente es reajustar la mentalidad, adaptarse, reacondionarse... pero sí se puede.

Creo que es un glance interesante sobre el futuro.

1 comentario:

Carito dijo...

Y esto qué es? Una ida sin retorno?

y tu eres el número:

Term of Use