sábado, 12 de abril de 2014

Dallas Buyers Club... o la salvación al borde del abismo

Recién he visto esta película... y muchas ideas han pasado por mi cabeza. Tantas, que aun no estoy segura de como ordenarlas para poder expresar correctamente mis sentimientos y pensamientos al respecto.
De más parece estar, el hacer mención a las actuaciones de Jared Leto y Matthew McConnaughey, las cuales son sin lugar a duda, sobresalientes. El primero en su papel de trasvesti/gay y el segundo como vaquero homófobo; totalmente creíbles. Como cosa curiosa, Leto vestido de mujer presenta un gran parecido físico a la ex Miss Venezuela Cynthia Lander.
Sin embargo, lo que más llamó mi atención fue el tráfico de drogas ilegales con el fin de subsistir. El protagonista, en su afán de sobrevivir al VIH, decide conseguir medicinas que le prolonguen y mejoren su vida, más allá de los requerimientos y especificaciones de la administración de comidas y drogas americana (FDA por sus siglas en inglés).
Sumergido en un mundo de contrabando medicinal, logra lucrarse ayudando a otros, mientras se mete en problemas con el Tio Sam... y en ese punto, pensé: hasta dónde llega la verdadera responsabilidad social de un médico, y dónde comienza su trabajo deshumanizado? 
Actualmente en el país, por el problema económico que atravesamos y la complejidad para adquirir o repatriar divisas, a los laboratorios se les complica notoriamente la producción de algunos medicamentos. Muchos de ellos tienen unos precios ridículos, que no cubren ni el costo del empaque, por lo que no resulta rentable para las empresas farmacéuticas comercializarlos en el territorio nacional.
"Dr. X, no consigo la medicina tal", y el médico le responde con voz inalterable: "pues búsquelo, porque eso no tiene sustituto".
Cómo se supone que una persona consiga una medicina agotada? Y qué pasa cuando esa medicina es absolutamente necesaria para la vida del paciente? Hay profesionales de la salud que te dicen "por falta de eso se mueren los pacientes en el hospital..." y me pregunto yo; es acaso una cruel profilaxis social? Que se mueran los que no sean capaces de mover el cielo y la tierra por conseguir medicinas? En este momento hay medicinas realmente difíciles de conseguir, mas no imposibles. Es un trabajo arduo, casi de investigación y búsqueda... pero especialmente de intención. Tal como lo dice el refrán, el que busca, encuentra. Incluso en la poco amigable y muy hostil Venezuela en la cual vivimos en la actualidad.
Vuelvo a mi reflexión anterior y digo: será que es un club de compradores lo que le espera a los pacientes crónicos venezolanos para sobrevivir? 

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