domingo, 13 de abril de 2014

Hijo de Dios...

... o como terminé concluyendo, la infinita estupidez humana.
Justo acabo de ver esta película en el cine, con un lleno impresionante; especialmente sin consideramos que dentro del pueblo cristiano es la historia más contada, y que todos sabemos desde que nos sentamos en la butaca cuál será su desenlace.
No pienso redundar en el recuento ni la sinopsis, no es el tema que quiero comentar hoy. Quiero comentar dos cosas que llamaron poderosamente mi atención:
La primera y muy deprimente, es pensar en cómo los seres humanos arrastramos desde hace tanto tiempo la maldad y la ira irracional. Cómo eligieron matar a un hombre, por proclamarse el rey de los judíos, sobre un homicida? Un hombre que lejos de cualquier connotación religiosa lo que transmitió fue el mensaje de civismo mas sensato de todos los tiempos? "Ama al prójimo como a ti mismo". 
Más allá de la creencia o la religion; creo que pocos crímenes pueden superar el asesinato con alevosía. Podía ser entonces un demente o un blasfemo, un peligro para los ciudadanos mayor a un asesino? Puede nuestra tonta adoración sin criterio llevarnos a condenar inocentes, o a realizar actos crueles sólo por seguir "la ley"?
Ver como los romanos torturan a un hombre desarmado y condenado, causa el más crudo dolor aunque lo hayas visto mil veces. Parece que los seres humanos tenemos una increíble capacidad de deshumanizarnos ante una situación de poder sobre los indefensos.
La segunda cosa que me llamó la atención es el notorio parecido de la situación narrada con la situación actual venezolana. Un estado depredador, agresor, impune; versus un pueblo prácticamente indefenso... un pueblo que es invitado a apegarse a Dios como única salvación... fue inevitable pensar en la lucha desigual de los estudiantes y la comunidad civil frente al brazo armado del gobierno; dónde la vida de cientos de jóvenes vale menos que un perdigón, pero el gobierno repite incansablemente el caso de muerto por una guaya como el cuento del gallo pelón. 
Es acaso un mensaje o una estrategia? Porque si bien es cierto que para los creyentes nada es imposible para Dios, esos mismos creyentes recordarán aquella sabia frase "ayúdate, que yo te ayudaré".
En un país con una capacidad de autocrítica sumamente baja, cuál es el mensaje que realmente puede llegarle a la masa en la semana más religiosa del año? Que se sienten a orar a esperar que el Señor luche esta batalla por ellos, o que al mejor estilo de las cruzadas empuñen la bandera en una mano y el rosario en la otra?
Espero que mi conclusión sea errada y al final demostremos no ser tan estúpidos.

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