sábado, 28 de enero de 2012

Una calabaza desprotegida...


La gente siente un placer morboso en entrometerse en la vida ajena. Es como una forma de decir: "mi vida no es tan mala", viendo la ajena como peor que la propia.
Eso es bastante patético. Pero aun peor, es la gente que inexplicablemente daña la imagen de otros sin fines determinados. Eso le pasó a mi amiga Calabacita. De una persona que consideraba su amiga, resultó ser llamada irresponsable, mentirosa y de moral relajada.
La peor parte, es que quién inventó eso de Calabacita era una persona bastante cercana a sus afectos, y que jamás había hecho algo en su contra. De ninguna forma aparente.
Quién se tomó la molestia de inventar historias sobre ella se lo dijo en su cara, a lo que Calabacita le preguntó indignada el por qué, y esta persona le respondió: "lo hice port ti".
Por ella? Cómo se supone que tu desacreditas a una persona que aprecias para protegerla, o para beneficiarla? Porque si bien su intención era alejarla de algún peligro o riesgo, quizás las mejor forma de hacerlo no es poniendola en entredicho con terceros.
Obviamente, Calabacita perdió todo el respeto que sentía por esta persona... hasta el afecto. 
Los seres humanos somos tan raros...

1 comentario:

Chemi dijo...

Algo maquiavélico donde quizás aplicó lo de "el fin justifica los medios"

Por que explicación y fines tenía la amiga de Calabacita, pero eso no justifica lo de inventar vainas.

Ese descrédito, no creo que deje huella. La amiga me parece que será la afectada al final.

y tu eres el número:

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