sábado, 11 de febrero de 2012

Losing my religion... and my mind

Realmente, yo pensaba que los posts de quejas habían terminado. No porque mi vida se haya vuelto perfecta, sino porque pensaba que tenía la situación bajo control... Creo que alguien me oyó, se rió y dijo: ah si? Vamos a ver si tienes razón!
Estoy perdiendo mi paciencia, los estribos, mi cordura... de verdad no creo que aguante muchos años más de esto. Al menos no cuerda.
El jueves la Muñe me pidió que me quedara a cuidar a Cucú porque una mujer de servicio jamás puede... ni una enfermera... ni nadie. Solo yo, la mujer maravilla. Ok, a pesar de venir de 2 dias de madrugonazo por clínicas, exámenes y afines, le dije que yo me quedaba. Iba a escribir cuando empezó a quejarse que el taxista la había embarcado y ella le había ofrecido a Platanita irla a buscar. 
Cabe destacar que su reunión era a un kilometro de donde vivimos y la señora Platanita vive como a diez kilometros, pero aun así me ofrecí a llevarlas a ambas.
A las 8.30 pm las fui a buscar. No hice ningún comentario importante porque no la quería ridiculizar, al final son sus amigas. Yo recuerdo como mi mamá decía cosas que me avergonzaban y no es agradable... pues más cuchillo para mi garganta, porque fue como ver al chofer. Jugó hasta que terminó su partido a las diez de la noche, comió una cena copiosa con arroz con leche y torta de zanahoria de postre (la muñe es diabética) y cuando terminó de cenar fue que me dijo: -vámonos, que hay que llevar a Platanita.
Otra noche acostándome tarde y teniéndo que madrugar por diligencias. Fui al supermercado con una lista hecha por ella, e igual me empezó a armar un lio porque no traje todo lo que faltaba, que por eso ella prefiere ir. Pero la muñe jamás irá en taxi al mercado, eso no es para alguien de su caché. Allí se me volaron los tapones y empezó la pelea más dura del año, hasta las cachifas se escondieron.
La muñe se encerró en su cuarto a llorar por lo dura que se volvió su vida a los 80 años... y quién coño piensa en lo dura que es la mia de golpe, desde los 33?
La culpa siempre es de la vaca...

1 comentario:

Chemi dijo...

Te queda algo de cordura? que bien!

Toda experiencia es un aprendizaje, hay que estar pendiente de sacarle el mejor provecho...

y tu eres el número:

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