domingo, 9 de febrero de 2014

El gordo, el pelo y la mayonesa

Esta historia es 100% real...

Hace como 6 meses mi amigo Emir me invitó al cine. Emir es de esos amigos de toda la vida que parecen familia, porque jamás hubo cruel intentions en ningún sentido. Desde que lo conozco se quiere casar, tener hijos, es su momento de enseriarse, etc. Pero con la mujer "que le haga clic".
Ese día del cine, previendo una cola como la de comprar harina pan, llegamos muy temprano al cine, así que fuimos a visitar a un amigo suyo que tiene una tienda en el centro comercial donde nos encontrábamos.
- El gordo Pepe! - vociferó Emir.
- Mi alto pana Emir - dijo con una amplia sonrisa en el rostro Pepe.
Pepe es un hombre contemporáneo con Emir, de unos treinta y tantos años. Soltero, moreno claro, pasadito de peso, de conversa ligera y de esos que dicen por ahi "ni bello que encanta ni feo que espanta".
Comienzan los dos amigos a hablar mientras yo mato mi tiempo viendo la mercancía. Ambos se conocieron en un gimnasio al que también asistía una mujer muy hermosa y joven, hija de alguien conocido en el sector donde los tres viven. Según Pepe, hasta su novia se "buceaba" a la muchacha de lo hermosa que era.
- Yo te digo algo: bella y todo, pero uno tiene que estar pilas. Que tal que sea una cerda comiendo???
Ante mi cara impávida de asombro, Pepe aclaró:
- si chama, es que imagínate; yo pidiendo y que una ensaladita, y ella comiendo hamburguesa con papas fritas, y echándole mayonesa como loca! Qué va, con esa chama no se puede salir más. En 5 años se muere con el corazón taponado en grasa.
- es así Pepe! Yo pienso lo mismo, respondió Emir. La mujer tiene que cuidarse de lo que come, bebe, dice, hace... es como esa barbaridad que inventaron que no se pueden lavar el pelo todos los días. Qué asco! Yo salía con una que usaba extensiones y según ella se le dañaba el pelo, cuando parecía una bolsa de pastelito en la noche del día que se lo lavaba.
- hermano, yo se los huelo... 
Casi me desmayo ante semejante afirmación.
- si, yo a mi novia le huelo el pelo a ver si es verdad que se lo lava lo suficiente, porque no me provoca ni tocarla si le huele a grasa el pelo. Es más, ni te diste cuenta y ya te lo olí a ti.
Emir, ya va a empezar la película, fue lo único que alcancé a decir. Y ligeramente nos fuimos de la tienda.
No se si Pepe es ya un hombre felizmente casado, pero como pueden imaginar, Emir sigue soltero y buscando... u oliendo cabezas...
Cosas veredes Sancho, que non crederes.

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