lunes, 15 de marzo de 2010

Lettre á mon cher Jacques...


La verdad, sí creo que este es el final. Al menos es el final de la relación sujeta por alfileres que manteníamos. Una relación oscura, llena de penumbras y de incertidumbres.
Uno no decide de quien se enamora, es verdad. Pero sí es capaz de decidir con qué quiere vivir y con quién. Ahora es muy claro que con lo que tu has sido hasta hoy, yo no puedo vivir. Si la jaula de oro me podía matar, este laberinto de mentiras e historias incierto puede llevarme a la muerte en vida.
Aun me quedan muchos sueños por cumplir. Muchos. He pasado la vida cayéndome y levantándome. He aprendido, pero estoy algo fatigada. Ya no son las mismas rodillas, jiji.
Hoy te declaro mi total oposición a la vida en el vaso. Ni un día más. Si decides quedarte, es porque puedes salir de la oscuridad absoluta donde estás y abrir las cortinas... dejar que entre la luz aunque al principio enceguezca. No concibo otra manera de vivir. No soy un alma licántropa que sólo vive cuando el sol se oculta.
En ningún momento es una obligación. Quizás eres un príncipe tenebroso que no sabe vivir de otra forma, pero en ese caso deberás buscarte otra princesa que te acompañe en la travesía... porque esta mujer, sólo camina de día y por la calle del medio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo..las cosas se hacen por la calle del medio y si la cortina ciega al principio es un riesgo que hay que tomar. Las tinieblas tapan los ojos..y no dejan ver, a lo mejor con la luz de la princesa, ese principe saldra de las oscuridad para ver el mundo con claridad.

DarkVader

y tu eres el número:

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