lunes, 19 de julio de 2010

Algo se nos perdió...


Hoy cuando llegué a mi trabajo, me llamó un compañero y me dijo: “chama, a la mamá de menganita le encontraron una aneurisma cerebral y tiene que parir las perlas de la Virgen para mañana” Yo pregunté: “y cuantas lleva?” Me respondió: “el nylon para montarlas”.
COÑO! (Perdónenme, pero eso fue lo que dije, no cabía otra expresión) Hay que ayudarla. Vamos a hacer una vaca en la oficina y después le pedimos al señor Alonso. Ok. Operación vaca en proceso.
Si bien es cierto que todos dieron, fue increíble como había que explicarles casi que con un DVD de Discovery Home and Health, cual era la gravedad de la situación y el por qué debían dar el dinero ya, de ipso facto, no para cuando paguen las utilidades.
Reunida la cuota de los compañeros, hice mi cruzada con el señor Alonso. Su gran ayuda, fue prestarle el 20% de lo que menganita necesitaba, sin intereses. La verdad, admito que sentí una cuota de incomodidad. Primero porque sé que el señor Alonso podía prestarle todas las perlas sin siquiera notar el movimiento de un decimal en su balance personal. Segundo, porque menganita tiene solo 24 horas para recolectar las perlas, ya que gracias al gobierno revolucionario en los hospitales te operan, pero tienes que llevar hasta las lágrimas. El hospital sólo pone la “mano de obra”, con el perdón de mis muchos amigos médicos.
Ingenuamente, me acerco a un hermano del señor Alonso. Pensé: como es un señor mayor, seguro colabora porque entiende el caso. Mi mayor sorpresa fue ver que el señor José me dijo “no pensarás darle la plata a menganita, deposítala en la clínica o ve tu misma a comprar los implementos de la operación”
La verdad, sólo aquella grosería famosa de quince letras fue lo único que pasó por mi cabeza. Encima de no poner “ni pa’l fresco”, va a venir a dudar de la integridad de menganita, y me va a mandar de fiscal del ministerio público? Vaya y lávese ese paltó. Yo ni dudo de la gente, ni tengo tiempo para su rol play game.
Realmente, lo que más me preocupó es ver cómo estamos perdiendo la capacidad de dar sin esperar nada a cambio. Cómo no tenemos un poquito de empatía para ponernos en el lugar del prójimo y pensar, que lo que hoy le pasa a menganita mañana podría pasarnos a nosotros. Sólo nos ocupamos del aquí y el ahora, y exclusivamente de lo que nos toca directamente.
Sería bueno empezar a buscar lo que se nos perdió...y entender que un lugar mejor donde vivir se construye entre TODOS, trabajando juntos, ocupándonos y dejando de lado nuestro egoísmo a la hora de servir a los demás.

1 comentario:

EL PACIENTE BIPOLAR dijo...

demasiado bueno!!! te espero en mi blog para que me des tus impresiones. NOS ESTAMOS LEYENDO!!! SALUDOS

y tu eres el número:

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