martes, 30 de noviembre de 2010

Epifanía


Hace pocos días me tocó viajar con los padres del hombre que desgració mi vida... Y no hablo de Polanco, él sólo me ha robado dinero. Este tipo me robó mi ilusion, mi confianza en la buena voluntad de la gente y mi fe. Me robó todo sueño de ser feliz.
Era tan fácil... Con tantos recuerdos removidos y a una fila de distancia, bien pude voltearme y echarles mi cuento de terror. Pero los vi detenidamente, y entendí que esos ancianos no tenian la culpa de lo que él me habia hecho. Y más aún, entendí que hacerlo era transformarme en la misma clase de persona que repudiaba, porque le estaría arruinando sus vacaciones y sabrá Dios que más a dos personas que probablemente tengan suficiente que cargar con sus propios demonios. Entendí, que algunas cuentas sólo debe cobrarlas Dios, porque la ley del Taleón pasó de moda hace muchos años.
Creo que esta vez, entendi diáfanamente lo que Dios me quiso decir... Y lo acepté.

6 comentarios:

Ira Vergani dijo...

proud of you girl!

Ira Vergani dijo...

proud of you girl!

Anónimo dijo...

Ves que si me odias.

Bye.

Doña Treme dijo...

Qué poco me conoces, anónimo! Si odiara al hombre que me desgració la vida le hubiese arruinado el thanksgiving a los viejitos...
Simplemente lo repudio. No puedo sentir amor por quien tanto daño me hizo

Carito dijo...

Cómo decía mi abuelita... esta despedida está más larga que despedida de borracho...
¿Cuántos bye tendrá que decir anónimo para terminar de irse?
Qué suerte tuvo de fijarse en alguien con tanta paciencia como tú, porque yo sí lo odiaría y si le hubiese hecho mierda la vida de mentiras que vive...

Anónimo dijo...

Doña Treme.
Estas por encima de todas las que te rodean.

Nunca cambie.

y tu eres el número:

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