Hoy, en la cadena número infinito, mico mandante le dijo al presidente de una institución financiera que él, en su investidura de jefe de estado podía expropiar el banco que su interlocutor dirige. “Dígame cuánto cuesta el banco y yo le compro el banco. Usted sabe que yo no tengo problema. Dígame cuánto cuesta y yo me encargo entonces”. Probablemente molesto, dado que el interlocutor solicitó ser sacado al aire y no le fue concedido, la respuesta del Presidente fue la siguiente: “No está en venta, pero usted sabe que yo lo puedo expropiar directamente. Tenga cuidado con lo que me responda!”
Me sentí participante de la dictadura que presidió Idi Amin, en Uganda. Cómo un Presidente que se profesa demócrata, habla de compras y ventas de bienes como si se hablara de su propio dinero? Alguien, cercano al primer anillo de seguridad, debería explicarle a este señor que el dinero de la nación NO le pertenece, y que el uso del mismo para fines no dispuestos diáfanamente en el presupuesto nacional se considera malversación de fondos, y es un delito.
Yo no sé cuánto más podemos aguantar, o que más debemos ver para tocar fondo… apaga y vámonos, Juan Luis…
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