jueves, 9 de septiembre de 2010

Historia de amor... parte II


Rosario se levantó sin mirar atrás. Sin una lágrima. Sin una expresión definida en el rostro. Estaba muy decepcionada, frustrada de ver la poca capacidad de decisión de su amado José María… y entendió que el camino que faltaba por recorrer para llegar a alguna parte, debía ser de forma personal e individual.
Cerró la puerta, encendió su auto y se fue. No hubo mediaciones. Ni retrasos. Se fue decidida a pasar la página como fuese posible.
José María por primera vez en su vida había comprendido lo que sucedía: no era cualquier persona quien salía por la puerta. Era la persona a quien más había amado y que más le había importado en el mundo. Pero José María, en su adictivo comportamiento inmaduro jamás pensó que Rosario lo abandonaría a su juicio… porque durante años la responsabilidad siempre fue de alguien más: de sus padres, de sus hermanos, de sus compañeros de trabajo, incluso de sus parejas anteriores… José María no había desarrollado suficientemente su madurez para tomar decisiones y responsabilizarse por las mismas.
Lloró amargamente. Lloró con la consciencia de entender, que Rosario no jugaba. Que el tiempo de hacerse el inocente que se equivoca por ingenuo había terminado. Y que tenía que tomar acciones prontas y efectivas, si quería recuperar algo de lo que había tenido. Ahora, el tiempo que había sido su aliado se transformaba en su peor enemigo. Cada día alejado de Rosario aumentaba la posibilidad de perderla definitivamente.
Así, José María tomó finalmente su decisión… (continuará)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esta historia puede tener un final feliz si Jose Maria actua rápido y directo. Seguro que también el está buscando respuestas en DIOS y esperando que las cosas se aclaren.

Admiro tu voluntad y tu devoción por la escritura.

TQM.
u know who (P)

y tu eres el número:

Term of Use