sábado, 11 de septiembre de 2010

Just a bitter symphony


Bitter (amargo) es la palabra que mejor describe cómo me siento actualmente. “Si el señor se deprime, se muere”. Ah ok. Y si yo me deprimo, ¿qué pasa?
Un domingo cualquiera, estaba viendo televisión cuando mi mundo implosionó. De repente, me vi envuelta en una realidad y un mundo absolutamente desconocido. Tuve que entender de medicina, de seguros, de leyes, de derechos de accionistas, de abogados, de notarios, de registros, de fármacos, de psicología…
Tuve que encargarme de una casa que, aunque la conozco desde que nací, realmente la conocía por fuera. No sabía cuándo se hacía mercado, o cuándo se pagaba la luz. Tuve que aprender que sólo llorando y tirándome de barriga que el hospital no me quitaría mis vísceras para pagar una cuenta astronómica e inentendible, porque el señor que jamás envejecería tenía sólo un seguro de responsabilidad civil para sí mismo.
Tuve que aparecer en una organización viciada, llena de gente en la que no confío y que no me tiene ningún aprecio, y en la que mi voz y mi voto por ahora están subyugados… pero de ella vivo y debo encarar mi problema si quiero poder mantener los gastos que genera el señor que jamás envejecería.
Sigo cuidando de mi madre anciana, quién a pesar de sus múltiples enfermedades ha dado la talla… pero estaba acostumbrada a que el señor que jamás envejecería se ocupara hasta de darle café al despertar… ahora, ella siente que yo sustituyo a ese señor.
Ahora, porque todos los días aparece algo nuevo, el señor que jamás envejecería tiene afasia de wernickle y síndrome de negligencia entre otras cosas… ambas producto de su hemorragia cerebral. En palabras simples, no tiene capacidad de producir o comprender el lenguaje, y no reconoce todo lo que está en su campo visual derecho. Lo ve, pero no lo procesa. Es decir, es como si no estuviera.
A este escenario le pongo de condimento que soy hija única. Ergo, yo hago mercado, yo voy a la farmacia una vez al día, yo negocio con todos los servicios que debo usar ahora, yo persigo a la enfermera para que lo sondee, yo decido que hacer con mis leales y comprometidos socios, yo peleo los derechos del señor que no envejece día a día… aunque él jamás me entrenó para ese fin.
“Y te mando la lista de todos los ejercicios que debes hacerle diariamente para que se recupere… porque sí lo dejamos deprimirse, llega la muerte” O sea, que encima de todo lo que tengo que ocuparme, ¿también va a ser mi culpa si se deprime? ¿También tengo que ser terapista?
De verdad, más que un tema de fe, es un tema de capacidad, o de aguante. ¡Ya no puedo seguirle sumando actividades a esto! Mentalmente, estoy agotada. Ya no tengo energía. Siento que la vida se transformó en “just care services
Pero a nadie le interesa eso. “es tu problema, son tus padres, eres joven” Sí, pero no soy la mujer maravilla.
Dios, mírame con piedad porque ya no aguanto más….

7 comentarios:

Juanjo Montoliu dijo...

Un abrazo muy fuerte y ánimo. Tú puedes, aunque tengas estos días amargos.

Anónimo dijo...

La verdad que leyendo lo que escribistes, es verdad..no es cuestion de fe, es aguante y creo q el ser humano tiene un límite..Tu has aguantado algo sobrehumano...sólo pido al igual que tú, que Dios te deje un respiro y te deje vivir.

Lo siento mucho,
Se le sigue queriendo y rezando.

S.D.

Ira Vergani dijo...

Treme...pobre, tu desesperacion y tu cansancio se transmiten demasiado en tus palabras

Pero tu si puedes Treme, Dios no nos manda cargas mas pesadas de las que podemos soportar. Solo la fe en Dios, en su poder y su capacidad de cuidarnos nos lleva adelante. Aunque estes cansada no pierdas las fe.

si nos importas, yo te leo, tus palabras siempre me han llegado muuuuy intensamente y por eso sigo tu blog, para tratar de enviar un poco de mis buenas vibras a traves de este pequeno espacio

Anónimo dijo...

Piense..y relajese..que ya encontrará la manera de escribir.

Besos.

P.

Bibi dijo...

No tengo ni la más remota idea de lo dificil que debe ser lo que estás pasando.
Es cierto, creemos que nuestros padres no envejeceran nunca. Siento mucho todo lo que estás pasando.

Fuerza, es todo lo que te deseo.

Joise!! dijo...

Fuerza! Vivo con una tia que tiene alzheimer y aunque ella se para, camina, se asea sola y puede hacer los quehaceres de la casa, es deprimente tener que lidiar con su desmejora progresiva, ver como ya no sabe con quien vive y cree que somos ladronas.. No es facil pero hay que ser fuerte. Es verdad lo que dices, ¿nosotras? a nosotras no nos puede pasar nada, ni deprimirnos podemos porque todo sería peor.

Doña Treme dijo...

Joise, me agrada que me leas, y que comentes... pero si te gusta algo que quieras usar, citame. Mi entrada "una cita para recordar" la copiaste al carbon. No se siente muy bien...

y tu eres el número:

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