domingo, 27 de marzo de 2011

Hasta que la muerte los separe…


Plop! Como solía decir Condorito! Eso es demasiado tiempo.

Ayer fui a una boda, y ruego a quién dijo esto antes que yo por no citarlo (porque no recuerdo su nombre), los matrimonios deberían ser contratos de tiempo definido, renovables. Sí, suena muy crudo, pero la vida lo es.

Cómo demonios se supone que una persona que se casa a las veinte años de edad sabe si quiere estar con otra por el resto de su vida? Y cuidarle los achaques, calarse los cachos (porque a esa edad, no se conoce ni la mitad de mundo y sus mañas), vivir en la zozobra del jugador ludópata… Son tantas cosas las que no sabes si vas a querer compartir por siempre…

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad… Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca.”. COÑO. Así, en mayúsculas. La biblia tiene más páginas que las páginas amarillas, y esa es la ventiúnica lectura que escogen las novias? Por favor! Muchachas, creatividad en la cosa. La biblia, es un libro de lo más rico en ejemplos, parábolas, enseñanzas, para poner siempre en mismo pasaje.

Cumplido el rito de las lecturas, viene el sermón del padre. “Estos muchachos que después de N años decidieron entregarle su amor a Dios” MENTIRA! Más de la mitad de los matrimonios que llega al altar es por el guateque. Sad, but true. Tú no vuelves a ver a esas criaturas en misa, ni cuando se les muere el perro. Señores, nuevamente hay que sincerarse: si quieren casarse por fe, estupendo. Pero si lo que les interesa es la edad del escocés y la masa de los tequeños, con legalizar el concubinato basta.

Alguna vez le escuché decir a alguien que venimos en dupla y en dupla nos vamos. Es decir, que el número mágico de convivencia es el dos. Pero para convivir, y más si pretende que esa convivencia sea interminable, hace falta más que el amor. Convivir es un verbo activo, de trabajo y concordias. Si los hermanos que comparten la carga genética y que crecieron juntos se sacan los ojos, imagínense lo que es convivir con alguien que de plano, sólo lo une a ti el amor. Es un cerro de trabajo. Ojo, no digo que sea imposible, pero es un trabajo. Es soportar las cosas que no te gustan, decidir cuáles de esas cosas pueden ser soportables y no, y lo mismo del otro lado de la naranja.

Resumiendo; hay que pensar con la cabeza. La que tiene dendritas. Evalúe que es lo que lo une a su media naranja, y decida entonces si lo que usted quiere es un “para toda la vida” o simplemente un “por ahora”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

‎​Yo creo que en venezuela con la cantidad de mujeres desesperadas por tener pareja el refran va a comenzar a sonar asi "hasta que una puta nos separe" buuuuuuu HDP todos!

Ira Vergani dijo...

Muy de acuerdo contigo, habiendome lanzado al agua una primera vez y haber navegado muy poco y ahora casi a punto de lanzarme por segunda vez, es ciertisimo que la decision debe tomarse con la cabeza. De lo contrario saldras con las tablas en la cabeza. Deseanos suerte y paciencia porque estamos diciendo para toda la vida!

Doña Treme dijo...

Ira! No sabes cuanto me hizo sonreir saber que estás alistandote para lanzarte de nuevo al agua. Claro que te deseo toda la suerte del mundo, y que sea una experiencia hermosa para los tres!

y tu eres el número:

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