jueves, 10 de marzo de 2011

Calmados y afeitados


Este reciente feriado me fui a Margarita con una amiga a casa de un conocido. Mi amiga regresó, en una mezcla de frustración y furia, a causa de la poca cortesía de nuestro anfitrión.
Honestamente, el mayor aprendizaje que pude poner en práctica, vino dado por esta peculiar frase, proveniente de la creatividad de otro conocido. Básicamente significa “relájate”.
El primer día, no nos buscaron en el aeropuerto. Bu. En un lugar tan pequeño, es una total descortesía no recoger a tus invitados. Pero X, presumamos exceso de trabajo.
Sorpresa! No tenía tanto trabajo. De hecho, éramos los únicos comensales en el restaurante. La verdad, la comida estaba buena, no puedo decir lo contrario.
Nos fuimos al apartamento. So far, so good. Una noche sin mayores pretensiones. No estuvo mal. Vayamos al sábado.
El sábado fuimos todos a la playa, mas no a hacer las mismas cosas. Perfecto. Cada quien tiene derecho a disfrutar del mar como mejor le parezca. Lo que no fue tan perfecto, fue que nuestro anfitrión al finalizar la tarde decidió dejarnos en la playa. GRAVE. Volvimos al apartamento en taxi. El señor se fue a almorzar. En la noche por supuesto; rumba, sabor y conga sin él.
El domingo, pintaba ser más de lo mismo, salvo por el detallito que el señor quiso salir con una chica en la noche. Relax. Volvimos a estar de nuestra cuenta.
El lunes fue el día más creativo. En la mañana mi anfitrión me preguntó si quería estar YA con él en tipo íntimo. La respuesta fue no, porque diez minutos antes él mismo propuso ser simplemente amigos. Y los amigos no suelen tener encuentros íntimos, al menos los míos. Tipo seis de la tarde nuestro anfitrión nos llama para saber en qué andamos, porque él piensa llevar una chica al apartamento y no quiere que estemos. O en su defecto que no hagamos ruido. PLOP, en el mejor estilo de Condorito. Hicimos caso, sólo fuimos al apartamento a dejar una comida que mi amiga había comprado, y nos fuimos con otros panas al paraíso del yaque. Al llegar a la casa, nuestra misteriosa amiga estaba saliendo de la habitación del anfitrión, con él. Obviamente, no esperen presentaciones formales.
Y el martes, la locura! Ya ni desayunábamos juntos, porque era como muy fingido. Al volver la playa nuestro anfitrión le dijo a mi amiga que no quería salir más con la amiga misteriosa, porque ella había estado con él apenas después de la primera cita. Sin embargo, nuestro anfitrión me preguntó si yo quería estar con él!!!!!!! (sí, de nuevo la misma preguntica) ARRASTRAMEEEEE! De verdad, fui cínicamente light. Si antes no le veía sentido, ahora menos.
La retaliación fue simple: no las ayudo con el equipaje aunque vivo en el piso 8 y el ascensor se dañó. Aun así, me dijo que como caballero sólo podía esmerarse en que la pasáramos bien. Yo no entendí el cinismo de la frase; si en “caballero” o “esmerarse”.
Yo, como dice el ex de mi amiga, “calmada y afeitada”. Ni una vez se me alteró el pulso o la expresión del rostro. Si la vida da limones, tomamos limonada, o hacemos malabarismos con ellos en los semáforos. Después de todo, no hubo nada que lamentar y tuve cinco días de carga de baterías, sin quejas, sin gritos, sin peleas verbales ni físicas, sin drama. Eso, aun con todo lo relatado, no tiene precio.
Gracias por esa frase!!!!!
P.D.: nuestro anfitrión y la chica misteriosa, se comieron toda la comida de mi amiga...

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