viernes, 25 de julio de 2008

¿Quieres un amigo? ¡Domestícame!

Esa es una frase famosa del libro "El Principito", mi libro favorito a pesar de mis treinta y tantos años.
Las personas muchas veces creen que los lazos se hacen solos, que sólo por estar vivos son merecedores del amor y el cariño de las demás personas... Ni se le acercaron al mingo un poquito.
El afecto crece y se vuelve fuerte de la misma forma que lo hacen las plantas... sembrándolo, cuidándolo, regándolo... Es esa reciprocidad de acciones la que incrementa el cariño en las relaciones afectivas de cualquier índole.
Obviamente, tiene su precio: además de asumirlo como una hermosa responsabilidad, está expuesto a ciertos riesgos, porque a veces hay más de una mano, o más de una planta que debemos cuidar en nuestro jardín de sentimientos... Sin embargo, para mi vale la pena, es el mejor trabajo del mundo.
Bien decia Antoine de Saint-Exupery: "Eres responsable para siempre de lo que has domesticado".
Te quiero mucho Z...

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