viernes, 12 de agosto de 2011

El viaje... per se


Los extrañé! Realmente eché de menos escribir los días que estuve fuera, porque viajar me abre la creatividad! Tuve que anotarlo todo en las mini notas del hotel para no olvidar todos los posts que quiero escribir!
Pero como muchas ideas terminan siendo ensalada de repollo, vamos por partes. Comenzaré por el viaje de ida. Es increíble como un viaje tonto de dos horas puede transformarse en una travesía transatlántica.
Todo marchaba bien, salvo por dos señoras que se sentaron a mi lado a esperar que saliera el primer vuelo, era un vuelo con escalas. Una de las señoras, la mayor, me preguntó si podía leer mi periódico. Le dije que sí, no me pareció ningún pecado. La otra devoraba con avidez una lata de Pirulin. Ambas eran extranjeras.
I acto:
Cuando empezó el embarque, la que me pidió el periódico no me lo devolvió, sino que salió disparada como si tuviera que coger puesto. Ni las gracias dio. La segunda, dejó su lata de Pirulin en la silla. Sin ninguna verguenza les grité "señoras, se les quedó su lata de Pirulin". "Está vacía" me dijo la glotona. Le respondí: "pero allí hay una papelera" . Todo el aeropuerto las miraba. La mujer tuvo que botar su lata en la papelera que estaba a menos de 2 metros de distancia de donde ella estaba sentada. Cuidar es querer. No por el hecho de no estar en tu país, tienes derecho a dejarlo como un chiquero.
II acto
Nos embarcan, nos sientan, y me toca otra señora extranjera quejándose de su familia, de mi país y no sé cuantas cosas más en 5 minutos. Sorpresa: al avión se le enciende una luz. Con cara de Pocoyo colectiva, escuchamos por el altavoz: "el avión tiene una falla que no reconocemos, así que hay que bajarlos para revisarlo.... y el terminal que teniamos lo requiere otro avion, así que los bajaremos en Catia La Mar y los llevaremos en autobus al terminal". La cara de Pocoyo se transformó en cara de Mum-Ra y esa horda de pasajeros casi linchan a la ventiunica empleada de la aerolínea que nos esperaba en el terminal, y quien, por supuesto, no sabía ni la O.
Cerca de las 2 de la tarde, la chica consigue algo así como un litro de Mazeite, es decir información. "Señores, a las 3 de la tarde es que sabremos lo que tiene el avión y si es posible repararlo" Torta en la cara. Ahí, cada quien hizo lo que quizo por 60 minutos.
A las 3 de la tarde nuevamente la muchacha se nos acerca y dice "Les voy a dar unos tickets de 60 bsf para que almuercen el Budare y después vienen aquí para la información final". Presumo que pensaron que comidos seriamos menos belicosos... A las 4 de la tarde la chica dice "señores, el avión no se puede reparar. Los 9 pasajeros que tenian este vuelo como conexion, serán reubicados en vuelos directos a sus destinos, los demás, a llorar al valle".
En ese momento la multitud colapsó. Para mi beneficio fui reubicada en un avión que a pesar de salir con 1 hora de retraso, no tuvo ningún inconveniente... Pero había una cantidad importante de pasajeros que iban a un curso, y que obviamente no llegaron. Esa gente gritaba y decía "yo supongo que la aerolínea nos va a pagar los $1200 que costó el curso". Sigan creyendo señores, que mañana les dicen Prismacolor.
Primero, no está contemplado un reembolso de esa naturaleza por causas de fuerza mayor. Segundo, no es mejor perder el curso que perder la vida? Digo yo...
Finalmente, llegué a mi destino a las 10 pm, con dos sorpresas: una, que otra venezolana que conocí en mi expedición me invitó a compartir el taxi, así que sólo pagué la mitad, y la segunda que por ser mi primera vez en ese hotel me hicieron un upgrade de habitación y me dieron una suite!
Creo que Dios me dio un premio por aprobar el curso "manejando la adversidad".


1 comentario:

Chemi dijo...

Últimamente tomar un vuelo es un drama. Los itinerarios son puras promesas, ni sabes cuando te sale, menos cuando llegas!

Chevere que estés de vuelta!

y tu eres el número:

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